Madrid, 22 dic.- El violinista kazajo Erzhan Kulibaev (Almaty, 1986) vive su trabajo como "una pasión" a la que dedica una media de ocho horas diarias, "siempre y cuando no actúe", explica en declaraciones a EFE el artista, que está de gira por España.
Kulibaev, que el pasado sábado tocó en el ciclo organizado por Music Above the Park y que tiene diversas citas en otras ciudades, asegura que toca con la misma profesionalidad y entusiasmo en una sala pequeña, como esta madrileña, que acompañado de una orquesta filarmónica.
El músico, junto al pianista madrileño Eduardo Frías, está interpretando obras que abarcan desde los solos para violín de Bach, hasta la mezcla de clásico y jazz del "Pièce en forme Habanera" de Ravel, pasando por seis bailes tradicionales rumanos de Béla Bartók.
Kuliabev uno de los violinistas de más renombre en Kazajistán, afirma que unas de sus pasiones en "tocar solos con orquestas filarmónicas de fama internacional."
No obstante, considera que la preparación del músico, previa aun concierto, debe de ser rigurosa, independientemente de las dimensiones de la sala o del renombre de la orquesta.
"Lo importante es sentirte satisfecho con el trabajo y que la gente disfrute del mismo, es la máxima aspiración de un músico."
Erzhan Kulibaev ha tenido la oportunidad de tocar con alguno de los más cotizados violines del mundo, como un Stradivarius pintado a mano, describe su música como "un bonito sonido".
Kulibaev ha sido galardonado en numerosas ocasiones, como en el Concurso Internacional de Violín de Buenos Aires de 2012, el Concurso Internacional de Violín de Paul Hindemith de 2010 y en el XIV Concurso Internacional de Violín Henryk Wieniawsky en 2011, en el que recibió el título Laureado.
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