Emily Watson: como actriz "vas donde te lleva el viento"

"Como actor no puedes tener un plan", afirmó, Watson de 48 años, reconocida mundialmente desde que en 1996 debutó en la gran pantalla con una desgarradora interpretación en "Breaking the waves" (Rompiendo las olas) de Lars von Trier.

Ha acumulado una treintena de títulos, bajo la dirección de cineastas como Robert Altman en "Gosford Park" (2001), Tim Burton en "La novia cadáver" (2005) o Steven Spielberg en "War Horse" (2011).

Pero también obras tan comerciales como su último trabajo, la estadounidense "Everest" dirigida por Baltasar Kormákur.

"Imagino que es como una vida de nómada, simplemente vas donde te lleva el viento", afirmó, asegurando haber elegido sus películas porque había en cada una algo que le gustaba, aunque "a veces eso es un éxito y otras no".

Watson comenzó su carrera en el teatro con obras como "Tres hermanas" de Chejov, "La dama del mar" de Ibsen o clásicos de Shakespeare, sin embargo admite que donde se siente más cómoda es en el cine.

"En el teatro siempre me ha parecido muy difícil tener que hacer ocho representaciones a la semana, hacerlo una y otra y otra y otra vez", explicó.

Es esa variedad de papeles en 20 años de carrera la que le valió el premio honorífico Donostia del festival de San Sebastián, entregado en una ceremonia de gala este viernes por la noche.

"Cuando leí la larga lista de gente que lo ha recibido antes que yo me sentí increiblemente honrada", afirmó.

Creado en 1986, este galardón, que en su primera edición recayó en el actor estadounidense Gregory Peck, ha sido otorgado a grandes figuras como Lauren Bacall, Al Pacino, Robert de Niro o Meryl Streep.

También Glenn Close, Ian McKellen, Antonio Banderas, Julia Roberts, Woody Allen, Francis Ford Coppola o John Travolta, entre otros.

Reconociendo que le falta por interpretar a una villana y que le gustaría hacer comedia, Watson aseguró no quejarse en absoluto de su carrera: "ha sido un viaje muy excitante".

Y reconoció que su papel de la torturada Bess McNeill en "Rompiendo las olas" lo marcó todo.

Lars Von Trier "tiene reputación de ser difícil, pero tuve una experiencia increíble" trabajando con él, aseguró.

"No estoy segura de saber qué era actuar antes de hacer esa película", afirmó.

Y "cuando haces algo extremo, la gente te pide que hagas otras cosas extremas", propiciando "muchas oportunidades por las que me siento muy agradecida", concluyó.

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