En una entrevista de Europa Press, Suárez --que ha dicho no haber hablado con Almodóvar sobre su presunta implicación en el caso de los Papeles de Panamá--, ha explicado que empezó a hablar con el director sobre este largometraje en el pasado Festival de San Sebastián, cuando justamente la actriz estaba inmersa en la lectura de 'La escapada', de la Premio Nobel de Literatura Alice Munro.
"Esta anécdota forma parte de la magia de 'Julieta'", ha explicado la actriz, ya que la película está basada en los tres cuentos de la autora 'Destino', 'Silencio' y 'Pronto', en una versión independiente que relata cómo una mujer ha sido fracturada por las circunstancias.
Para Suárez, la película, producida por El Deseo, "habla del sentimiento de culpa que transmitimos a nuestros hijos sin percibirlo" mientras en realidad se les quiere proteger del dolor, pero también transita por la incomunicación, los silencios, la ausencia y el abandono del duelo por el que pasan las personas cuando pierden a un ser querido.
"También trata de cómo uno intenta aprender a vivir con esa ausencia y cómo esa ausencia está presente en cada detalle de la vida cotidiana", ha explicado Suárez, que se preparó el papel leyendo mucho sobre pérdida y duelo, y también viajando en tren a Galicia --donde está en gran parte localizado el filme--.
Sobre el final de la dramática cinta, que llega a los cines el 8 de abril de la mano de Warner Bros, Suárez ha asegurado que hay esperanza porque es posible asumir el dolor y recuperar la dignidad: "Pedro muestra su sabiduría personal sobre sus sentimientos. Es un hombre tremendamente apasionado. Alguien que ha hecho una película así significa que ha amado, ha tenido desamor y ha conocido la soledad y el dolor".
NUDO EN EL ESTÓMAGO
Según ha dicho a Europa Press Adriana Ugarte, la gran protagonista es, desde el principio de la película, la culpa, "que se podría depurar y dejar ir, pero es el silencio el que hace que la culpa se quede retenida"; algo que le sucede también al espectador: sigue las secuencias con un nudo y encogimiento en el estómago, ha dicho.
"Lo que más me gusta es que es muy realista, muy como la vida, pero en la vida no nos permitimos llorar tanto ni desgarrarnos de dolor, sino que aprendemos a caminar con él", ha relatado Ugarte, que para preparar su papel quiso bajar al infierno directamente con Almodóvar sin leer demasiado sobre el dolor.
Sobre Almodóvar, ha asegurado que "no se contenta con que el resultado esté bien", sino que pide al elenco que sorprenda e incluso se sorprenda sí mismo; la misma Ugarte ha confesado haberse visto rarísima al principio, en una mirada que al final del rodaje cobró todo el sentido.
Por su parte, Daniel Grao ha explicado a Europa Press que era un reto de su personaje huir de ser el seductor del tren: "Me parecía mucho más interesante si esto sucedía suavemente", ha relatado Grao, al que Almodóvar pidió simbolizar la masculinidad.
Inma Cuesta ha declarado a Europa Press que una de las mayores dificultades de su papel era la longevidad de éste por su caracterización y composición física, y ha destacado sentirse muy contenta de formar parte de la cinematografía "de alguien que es un genio".
En un papel secundario pero relevante, Michelle Janer ha explicado a Europa Press que ha sido fantástico trabajar con Almodóvar: "Es un papel chiquito pero tiene peso y es el desencadenante, pero me hubiera gustado hasta hacer de farola", ha bromeado.
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