En Suiza, un libro reabre el debate sobre el expolio de obras de arte por los nazis

  • Un libro publicado esta semana en Suiza, que cuestiona los orígenes de la prestigiosa colección de pintura europea de E.G. Bührle, reabrió el debate sobre el expolio de obras de arte por los nazis.

El industrial zuriqués de origen alemán Emil Georg Bührle (1890-1956), que hizo fortuna fabricando armas durante la Segunda Guerra Mundial, constituyó una de las mayores colecciones privadas de pintura europea, con obras de impresionistas franceses y otros artistas del siglo XIX precursores de esa corriente.

"La ciudad de Zúrich y el (museo del) Kunsthaus deben tener mucho cuidado con la forma en que gestionan esa colección, porque la reputación de la localidad podría verse afectada", explica a la AFP Thomas Buomberger, uno de los autores de "Schwarzbuch Bührle" ("El libro negro de Bührle"), que cuestiona la procedencia de algunos objetos reunidos por el empresario.

La fundación Bührle reconoce que el industrial, que compró la mayoría de las obras entre 1951 y 1956, adquirió un centenar durante la Segunda Guerra Mundial, incluidas 13 que los nazis robaron a sus propietarios judíos en Francia.

La justicia obligó a Bührle a devolver esas 13 obras a sus propietarios tras la guerra, pero el industrial volvió a comprar nueve de ellas.

Buomberger considera que deberían considerarse como expolio "todas las transacciones que no podrían haberse llevado a cabo si los nazis no hubieran estado en el poder, lo cual incluye las obras vendidas en Suiza por judíos que estaban obligados a huir".

Aceptar esa definición significaría que buena parte de la colección de Bührle tiene orígenes dudosos, según Buomberger, que dedicó dos años a examinar toda la colección reunida por el zuriqués.

El portavoz del Kunsthaus, Bjoern Quellenberg, niega la propuesta de Buomberger y afirma que las obras adquiridas en periodos de conflicto "no pueden ser consideradas como arte expoliado".

En 1960, la familia del coleccionista creó una fundación que reúne una selección de cerca de 200 pinturas y esculturas en un edificio vecino de la casa de Bührle. Ahí fue donde, en 2008, tres encapuchados lograron llevarse cuatro grandes obras tras un robo espectacular que duró apenas 10 minutos.

A partir de 2020, la colección se expondrá en la extensión del Kunsthaus diseñada por el arquitecto inglés David Chipperfield, según lo estipulado en una contrato de cesión firmado por la fundación Bührle y la sociedad zuriquesa de bellas artes.

El Kunsthaus se convertirá así en el lugar donde se podrán admirar más cuadros de impresionistas franceses después de París, explica el museo suizo que acoge a cientos de miles de visitantes cada año.

Varias obras de gran prestigio integran la colección de Bührle, como el "Sembrador a la puesta de sol" de Vincent Van Gogh, el "Campo de amapolas cerca de Vétheuil" de Claude Monet, "El chico del chaleco rojo" de Paul Cézanne, "La Italiana" de Pablo Picasso y el retrato de Irène Cahen d'Anvers de Pierre-Auguste Renoir.

Entre los numerosos artistas representados también caben destacar Marc Chagall, Édouard Manet, Edgar Degas, Paul Gauguin, Gustave Courbet, Henri de Toulouse-Lautrec y Georges Braque.

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