Enríquez corta una oreja en la tarde de su alternativa, al igual que Tejela

  • El reciente matador de toros Alejandro Enríquez cortó una oreja en la tarde de su alternativa, hoy en la localidad manchega de Almagro, en una corrida de ocho toros en la que Matías Tejela paseó también un apéndice.

Almagro (Ciudad Real), 25 ago.- El reciente matador de toros Alejandro Enríquez cortó una oreja en la tarde de su alternativa, hoy en la localidad manchega de Almagro, en una corrida de ocho toros en la que Matías Tejela paseó también un apéndice.

Se lidiaron siete toros de Alcurrucén, y uno de Lozanos Hermanos, muy bien presentados, pero descastados y sin clase. El menos malo, el cuarto.

Curro Díaz, silencio y leves pitos tras aviso.

Matías Tejela, ovación tras petición y oreja.

Daniel Luque, ovación tras aviso y silencio.

Alejandro Enríquez, que tomaba la alternativa, vuelta y oreja.

La plaza tuvo un cuarto de entrada.

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CORRIDA MARATONIANA

Curro Díaz se fajó con su primero, un toro por el que nadie apostaba, pero al que el de Linares condujo con mando logrando algún pasaje muy aceptable, como fueron varios cambios de mano.

Ante su segundo, más de lo mismo. Esfuerzo por parte del torero, y falta de clase por la del toro. De no fallar con la espada podría haber cortado trofeos en sus dos toros.

Matías Tejela interpretó una primera faena de cierto aguante aunque de pocas sutilezas, mientras que en su segundo, un toro de preciosas hechuras, le fue concedida una oreja con un trasteo de mano rápida y relativamente efectista.

Daniel Luque brilló en el toreo a la verónica en el recibo al cuarto, el toro más manejable de la corrida, y con el que el sevillano anduvo fácil, si bien el trasteo careció de profundidad al no poder obligar por abajo al toro.

En su segundo apenas dejó algún apunte suelto dentro de un conjunto breve y que no fue a ninguna parte.

Alejandro Enríquez nada pudo hacer con el soso toro de ceremonia. Además se le notó falta de rodaje y soltura.

Sin embargo con el que la corrida se entonó de mitad de faena en adelante. Logró los mejores muletazos cuando evitó que su oponente tropezara la muleta, lo cual no era fácil por la brusquedad en su embestida.

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