Ricardo Maldonado
Cartagena (Colombia) 4 dic-. La escultora griega Sophia Vari, esposa del pintor colombiano Fernando Botero, inauguró hoy una exposición de quince monumentales figuras instaladas en las principales plazas de la ciudad colombiana de Cartagena.
En "Sophia Vari, forma y color" se puede apreciar la sutil manera en que la artista logra que sus piezas, de bronce policromado, humanizan el espacio a través de la través de la geometría, el volumen y las formas.
La obra de Vari goza de un movimiento rítmico de onda, formas orgánicas en las que mantiene siempre un absoluto control de las líneas geométricas que componen toda la muestra.
Las esculturas, que son abstracciones que nacen más que en un concepto en la convicción que la artista tiene de la vida, logran despertar diversas sensaciones en los espectadores dependiendo del ángulo en que se miran y de la manera en que la luz las ilumine.
Vari confesó a Efe que antes era figurativa pero que se sentía como prisionera de este estilo porque "me faltaba en la figuración una cierta libertad" pues añade "para mi la cosa más importante es la composición la armonía de los volúmenes y el espacio".
La artista, que se reconoce barroca por su origen en el clásico griego, opinó que pese a que durante mucho tiempo se dedicó a la pintura, fue en la escultura y hoy en la abstracción donde encontró ese lugar donde se sentía cómoda para expresar su arte.
Para ella, en la escultura no se crean ilusiones, al tiempo que señaló que actualmente hay artistas que piensan solo en una fachada, mientras que para ella "una escultura son como siete esculturas es la fachada, la parte del costado, de atrás y (las) demás".
Explicó que si se mira la escultura desde lo alto, cambian las proporciones y así ocurre dependiendo desde donde se le aprecie.
Vari dice que cuando está en el proceso de elaboración de la figura sostiene un diálogo con la pieza ya que cuando cree que tiene lista una fachada y observa la escultura desde otro ángulo se da cuenta de que este no va bien con en anterior y tiene cambiar para conseguir la armonía.
Esta exposición llegó a Cartagena a la galería Nohra Haime Gallery procedente del Paseo de la Castellana, en Madrid, donde también permaneció al aire libre para deleite de todo el público que quiso admirarla.
La artista ha expuesto durante 2011 en París, Londres, Nueva York y ahora Cartagena.
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