"Esperando septiembre", la prueba de que vale más talento que presupuesto

  • "Esperando septiembre", una autoproducción de la directora albaceteña Tina Olivares, es la demostración de que el talento no necesita superproducciones y la prueba tangible de que "el cine hay que hacerlo con lo que tengas, porque lo importante es que el guión esté bien estructurado", ha dicho la cineasta a EFE.

Málaga, 25 abr.- "Esperando septiembre", una autoproducción de la directora albaceteña Tina Olivares, es la demostración de que el talento no necesita superproducciones y la prueba tangible de que "el cine hay que hacerlo con lo que tengas, porque lo importante es que el guión esté bien estructurado", ha dicho la cineasta a EFE.

La película, que se proyectó hoy en la sección Zonazine del Festival de Málaga, ha sido rodada en los ratos que otros trabajos dejaron libres a sus actores, unos entregados Natalia Erice, David Tenreiro, Victoria Teijeiro, Pedro Almagro, Ana López y Fele Martínez que componen un grupo humano divertido, común y corriente.

Luz (Erice) no pasa por un buen momento laboral, y lo mismo que sus amigos, sueña con un golpe de suerte que le cambie la vida.

Un día, mientras deja vagar la imaginación por los restos de una casa en ruinas, un trozo de techo semiderruido deja caer a sus pies una bolsa de plástico con veinte millones de pesetas, en antiguos billetes, que solo pueden ser cambiados en el Banco de España.

Casi sin querer, comparte el secreto con sus amigos, que empiezan a hacer planes con lo que podría corresponderles del botín, pero a Luz le surgen dudas de si hace lo correcto o debería buscar al legítimo dueño y, por el camino, se enamora de Valentín (Martínez).

Un poco antes, los amigos pactan encontrarse a las doce de la noche del 31 de agosto en la Puerta del Sol de Madrid para tomar las uvas porque, para ellos, el año empieza verdaderamente en septiembre.

Tras varios cortos, Olivares decidió, mientras preparaba un primer largometraje que no acababa de cuajar por falta de presupuesto, probarse a sí misma con una producción de noventa minutos en la que invirtió todo lo que tenía.

"Es muy valiente", dice de ella Tenreiro, "la prueba de que la falta de medios agudiza el ingenio".

Fele Martínez, que llegó a la película de la mano de Tenreiro, compañero de estudios en la RESAD, protesta por el concepto "proyecto pequeñito", porque, dice, "es grande desde el punto de vista de la parte que me toca, que es el trabajo de actores".

"En esta profesión, y sobre todo en las producciones que tienen presupuestos muy grandes, se olvida del tiempo que hace falta para trabajar el personaje con el director", apunta el actor que debutó en "Tesis", de Alejandro Amenábar.

El alicantino defiende este modo "artesanal" de hacer cine de Olivares, y asegura que lo prefiere al de los directores que "deben estar mirando cualquier detalle menos el trabajo director-actor que es tan importante para rodar".

"Lo ideal sería trabajar así, pudiendo hablar con el director, con tiempo", apunta Tenreiro, mientras Erice reivindica el trabajo del director a la hora de "crear química" entre los actores, "como hace Tina".

Martínez, que ha trabajado con Pedro Almodóvar, Ricardo Franco, Álvaro Fernández Armero o Chus Gutiérrez, asegura que no le hizo falta mucho más que ver los primeros planos que Olivares había rodado de la película para sumarse a la película, que se estrenará el próximo setiembre.

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