Guadalajara, 15 sep.- El diestro Iván Fandiño cortó las dos orejas de su primer toro, el único que "sirvió" del deslucido encierro ganadero del "Niño de la Capea", y salió por la Puerta Grande en el segundo festejo de la feria de la Virgen de la Antigua, hoy en Guadalajara.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros de los tres hierros del "Niño de la Capea": primero, cuarto y quinto de San Mateo; segundo y tercero de Carmen Lorenzo y sexto de San Pelayo. Corrida desigual de presentación, noble aunque descastada y blanda en extremo. El más toreable, el segundo.
Enrique Ponce: casi entera (silencio); y estocada (oreja).
Iván Fandiño: gran estocada (dos orejas); y pinchazo y estocada (ovación).
Cayetano Rivera: pinchazo, estocada y descabello (ovación tras leve petición); y estocada (ovación tras leve petición).
La plaza tuvo tres cuartos de entrada en tarde calurosa.
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FANDIÑO, CONTRA VIENTO Y MAREA
El toro que abrió plaza, descastado y flojo en extremo, apenas permitió a Ponce sujetarlo en la muleta, pero sin poder llegar a estructurar faena.
El cuarto tampoco se tenía en pie, y Ponce instrumentó una labor de enfermero, en la que dio muchos desahogos al toro hasta acabar metiéndolo en el canasto, y conseguir un par de tandas de medios muletazos por el lado derecho de mucha plasticidad. Esta vez el esfuerzo tuvo recompensa y, tras la estocada, cortó una oreja.
Lo más importante de la tarde llevó la firma de Iván Fandiño. Con su primero, toro con clase pero muy medido de fuerzas, se mostró muy dispuesto en una faena a media altura pero muy templada, ajustada y de suma limpieza. Gran estocada y dos orejas.
El quinto fue un toro que renqueó mucho de los cuartos traseros pero con un punto de calidad por el pitón izquierdo, lo que aprovechó Fandiño para alargar la embestida en varios naturales de buena ejecución, aunque sin poder apretarle (al toro) por abajo.
Cayetano, que saludó a su grandón primero con una larga en el tercio, llevó a cabo una labor de poca consistencia, en la que faltó quietud y, sobre todo, ajuste, pero que, sin embargo, caló en los tendidos. Pudo haber cortado la oreja si no llega a fallar al matar.
Con el que cerró plaza, más de lo mismo. Toro flojo y soso, y un Cayetano sin acople, tirando líneas y sin decir prácticamente nada. Lo único destacable de la actuación, la estocada final.-
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