Farruquito: "No soy partidario de que a todo se le llame flamenco"

Laura Bayarri.

París, 16 may.- El bailaor Farruquito, que inaugura hoy el III Festival de Flamenco de La Villete de París, confesó a Efe que no es partidario de que "todo valga y guste, ni de que a todo se le llame flamenco".

Juan Manuel Fernández Montoya, nieto de Farruco, que comparte cartel en la capital francesa con el cantaor José Mercé, aseguró que con la evolución del arte "también ha habido pérdidas" y aclaró que "un público informado sobre lo que verdaderamente es el flamenco ayudaría mucho a sus artistas".

Además, manifestó que para entender esta disciplina hay que aficionarse a ella desde sus orígenes, "y con esto me estoy echando tierra encima", puntualizó.

Aún así, recalcó que prefiere que los espectadores vean bailar a su abuelo antes de verlo a él, ya que de esta manera comprenderán mejor su estilo y personalidad.

En el Festival Flamenco de la Villette, que concluirá el próximo sábado 18 de mayo, también actuarán la cantante Estrella Morente, el guitarrista Tomatito y la bailaora Pastora Galván.

No obstante, Farruquito volverá a Francia a principios del mes de julio con ocasión de la 25 edición del certamen Arte Flamenco, celebrado en la localidad sureña de Mont-de-Marsan (Landas).

En ambos espectáculos presentará "Abolengo", una ovación al patrimonio familiar y a las tradiciones ancestrales, en la que ha colaborado con la bailarina Karime Anaya, nieta de una de las referentes del arte flamenco en México, Carmen Amaya.

"Es un agradecimiento a nuestros mayores y a todo lo que ellos tuvieron que sufrir para que nosotros lo tengamos más fácil. Nuestra intención ha sido respetar los cánones que establecieron nuestros abuelos y fusionarlos con la juventud de Karime y la mía", precisó el sevillano de 30 años.

"Abolengo" ha sido coreografiada por un "amigo de la familia", el también bailaor Antonio Canales, aunque Farruquito aclaró que se trata de una contribución "bastante curiosa", ya que Canales no le ha puesto "ni un paso"; únicamente, han "charlado sobre cómo transmitir el mensaje al público".

El maestro flamenco comentó que desde la época de su abuelo el caché de los artistas ha disminuido. Además agregó que, fuera de su país, ingresa más y que cada vez que actúa en España debe "poner dinero de su bolsillo".

"En España sólo hay dinero para el fútbol y para saber lo que hace el vecino", remató Farruquito cuando se le preguntó en conferencia de prensa sobre el valor que se le otorga en su país a la cultura y al flamenco en concreto.

El artista debutó con cinco años en la escena internacional sobre las tablas de Broadway. Sin embarg,o no fue hasta la muerte del Farruco en 1977, cuando el joven, que entonces tenía 15 años, decidió asumir la responsabilidad de perpetuar la estirpe.

"Mi abuelo era un maestro en todos los sentidos, tanto personal como profesionalmente, y tenía una filosofía muy bonita sobre el baile. Siempre me recordaba que el protagonista era el arte y que nosotros sólo éramos quienes lo llevábamos a escena", evocó.

Por eso manifestó que su única misión en el flamenco es conseguir que las próximas generaciones continúen "amándolo y creyendo en él", así como transmitir a los espectadores que "no hace falta entender el flamenco para sentirlo, pero que, si se entiende, se sentirá mucho más".

Farruquito admitió que en su familia existe un factor genético "bastante evidente" que se manifiesta artísticamente y contó que, mientras que su hijo de seis meses "ya hace palmas", setenta años antes su abuelo ya aprendía a bailar "escuchando los sonidos de la naturaleza, como el trote de los caballos o la caída del agua".