Fernando de Prado, el promotor 'olvidado' del Proyecto Cervantes: "Lo he hecho todo sin medios ni apoyo"

    • El historiador concluyó el hallazgo en el convento de las Trinitarias Descalzas de los supuestos restos del escritor, reivindicó su papel en la gestación de una empresa cuyos focos han quedado alejados en los últimos momentos.
    • De Prado comenzó reconociendo que los ejecutores de la exhumación "han trabajado excelentemente bien" y agradeciendo el apoyo de la de la alcaldesa, Ana Botella.
El Museo de la Historia de Madrid mostrará imágenes del hallazgo de los restos de Cervantes desde este miércoles
El Museo de la Historia de Madrid mostrará imágenes del hallazgo de los restos de Cervantes desde este miércoles

El historiador Fernando de Prado,que concluyó en el hallazgo en el convento de las Trinitarias Descalzas de los supuestos restos del escritor fallecido hoy hace 399 años, reivindicó este jueves su papel en la gestación de una empresa de cuyos focos ha quedado alejado en los últimos momentos: "Lo he hecho todo sin medios ni apoyo".

En una entrevista concedida a Servimedia, De Prado comenzó reconociendo que los ejecutores de la exhumación, en particular la Sociedad Científica Aranzadi y la osteoarqueóloga Almudena García Rubio, "han trabajado excelentemente bien", y agradeciendo el apoyo de la alcaldesa, Ana Botella, y el delegado de Las Artes, Turismo y Deporte, Pedro Corral, que "se la jugaron" y "le echaron muchísimo valor".

No obstante, también quiso recordar que él no ha cobrado ni un euro del presupuesto municipal destinado al proyecto, y que desde 2010 gastó unos 10.000 en los traslados, trámites y "unas 40 reuniones" que tuvo que realizar para solicitar las autorizaciones preceptivas. Todo ello, en un momento en que estaba en paro y cuidando a su padre, que finalmente falleció en diciembre de 2012.

En primer lugar, tuvo que obtener la autorización de las propias monjas, que a su vez exigían permisos del Arzobispado y la Real Academia de la Historia y "eran muy reacias a todo lo que pudiera afectar a sus hábitos cotidianos".

También la de la Comunidad de Madrid, de la que obtuvo una carta de compromiso de que se agilizarían los trámites; el apoyo, siquiera testimonial, de la Dirección General de Relaciones Institucionales del Ministerio de Defensa, y la carta de compromiso de la Sociedad Científica Aranzadi del profesor Francisco Etxeberría, confirmando que tenía los medios para buscar a Cervantes."La parte no visible del iceberg"

De Prado explica que todas las instituciones delegaban en otras y ninguna quería tomar la iniciativa. Mientras, él realizaba con sus propios medios y en las referidas circunstancias vitales la primera investigación historiográfica, que luego se le ha tachado de incompleta, y lograba permiso para que se abrieran el archivo del convento y el de los Duques de Medinaceli, en Toledo.

Por eso, reivindica la autoría del "85% más desagradable" de la iniciativa, "la parte no visible del iceberg", y se considera "el autor moral y material" del proyecto que finalmente ha llevado al hallazgo de los supuestos restos de Cervantes.

Según su testimonio, cuando presentó el proyecto al investigador Luis Avial y éste se lo trasladó a Corral, él ya había conseguido todos los permisos y "una carta cariñosísima" de Mario Vargas Llosa. Entonces, dice, Botella y su concejal vieron las posibilidades del proyecto y pudieron firmar con una sociedad del prestigio de Aranzadi el contrato que no podían suscribir con individuos.

De Prado comenta que sólo en la primera fase del proyecto se contó con él entre los ponentes que exponían la evolución de los trabajos. "Luego ya desaparezco del proyecto", indica.

El Ayuntamiento encomendó a su archivero, el también historiador Francisco Javier Martín Perellón, la conclusión de los trabajos en los archivos que De Prado asegura que no pudo visitar por su situación personal, y los expuso en la rueda de prensa en que se anunció el hallazgo.

No obstante, él remarca que sí obtuvo las autorizaciones pertinentes para que Perellón culminara la investigación historiográfica del proyecto, la prueba documental que indica que entre los restos hallados en la llamada "reducción 32" extraída del subsuelo de la cripta posiblemente se encuentren los de Cervantes. Como De Prado imaginó, hace ya cinco años, que podría llegar a descubrirse.

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