Fernando del Val cierra la trilogía en verso dedicada a Nueva York

  • Roberto Jiménez.

Roberto Jiménez.

Valladolid, 27 jun.- Una urbe "desasosegante y a la vez atractiva" ha observado el poeta Fernando del Val (Valladolid, 1978) de la ciudad de Nueva York, a la que ha dedicado una trilogía que acaba de cerrar con "Regreso al Metropolitan", el libro "más apegado a la tierra" de los tres.

En Nueva York convergen, por una parte, la tradicional imagen de salvación que desde su fundación ha seducido a millones de personas, y por otra la sensación de que "puedes perecer aplastado" por su inmensidad, ha reflexionado Del Val en una entrevista con la Agencia Efe, horas antes de presentar su libro en Valladolid.

Como los dos anteriores ("Orfeo en Nueva York", de 2011, y "Lengua de hielo", de 2012), este poemario es fruto de una estancia suya en la ciudad de los rascacielos en 2006, de donde regresó con 1.800 versos que ha distribuido en tres libros dedicados a la "Ciudad-Mundo", como la denominó García Lorca en su "Poeta en Nueva York" (1940).

En cada uno de ellos ha alternado verso y prosa, siempre con la búsqueda de la salvación como premisa, porque "para escapar de la muerte, Juan Ramón hizo algo que todos deberíamos: entregarse sin límite a la belleza, a la depuración estética, a la contemplación, al paseo", escribe Del Val en una de las páginas de "Regreso al Metropolitan" (Difácil), con la referencia del poeta de Moguer.

Si en "Orfeo en Nueva York" (2011) hablaba de la ausencia del compromiso de la sociedad, y en "Lenguas de hielo" (2012) suavizó un poco esa percepción con una visión de la urbe más "contradictoria e irónica", ahora afronta una descripción desde un punto de vista realista, con los pies en el suelo.

Para trasladar sus sensaciones, recurre a ámbitos, zonas, distritos e iconos como Brooklyn, el río Hudson, el Empire State Building o el edificio Chrysler. "Las hidras de Harlem/ cenan cabezas de medusa/ los patos de Central Park/ cabello de ángel", anota en sus versos.

"El hecho de hablar de lo meramente terrenal precisaba de un tratamiento más prosaico, más realista, apegado al terreno", ha justificado el autor sobre esa recurrencia vinculada a la geografía urbana.

"Regreso al Metropolitan" está plagado de alusiones literarias, cinematográficas, de arquitectura, pictóricas y musicales, porque "las referencias culturales ayudan mucho a discernir". Por eso "tenemos que observar la realidad, pero con capacidad para relacionar lo que estamos viendo", ha matizado.

Se ha referido Del Val a un libro de reciente edición, firmado por Julio Neira ("Geometría y angustia. Poetas españoles en Nueva York"), para situar la seducción que esta metrópoli ha suscitado en numerosos escritores, desde Rubén Darío (1867-1916), el primero de ellos.

"Esto viene a demostrar que tampoco es que yo haya hecho o descubierto nada en especial" con esta trilogía, ha comentado en actitud humilde, no exenta de cierta ironía, sobre su propio trabajo.

"Amanecer en Damasco" (2005) y "Espuma de alquitrán" (2009) fueron los estrenos en verso de Fernando del Val, autor también de sendos ensayos: "El secreto azul" (2010), dedicado a la narrativa de Miguel Delibes, y de "11 cuadernos de bitácora de la ciudad invisible" (2012), donde agrupa sus colaboraciones en el programa radiofónico "La ciudad invisible" (Radio 3).

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