Festival de Cine Vitoria ayuda a impulsar a los jóvenes cineastas brasileños

  • El brasileño Festival de Cine de Vitoria se ha convertido en un escaparate para dar a conocer los cortos y largometrajes de los jóvenes cineastas brasileños, en el que "el público se va con la sensación de saber cuál es la tendencia entre los jóvenes creadores" del país.

Javier Roibás Veiga

Vitoria (Brasil), 18 sep.- El brasileño Festival de Cine de Vitoria se ha convertido en un escaparate para dar a conocer los cortos y largometrajes de los jóvenes cineastas brasileños, en el que "el público se va con la sensación de saber cuál es la tendencia entre los jóvenes creadores" del país.

Con este certamen, cuya XXI edición concluyó anoche en la ciudad de Vitoria (sudeste de Brasil) el espectador puede "darse cuenta de hacia dónde quiere ir nuestro cine", dijo a Efe el crítico Rodrigo de Oliveira, uno de los encargados de la selección de los filmes exhibidos.

Para Oliveira, la selección de producciones de jóvenes directores para exhibir en el tradicional festival de la capital del estado brasileño de Espíritu Santo no es difícil debido a que el cine brasileño es "cada vez más joven".

"Este año aparecieron muchas obras con un deseo de frescor, de riesgo y de novedad. Es algo muy bonito de presenciar", dijo.

La coexistencia de obras con una apuesta cinematográfica más transgresora y otras con un corte más convencional no afectó la asistencia de público al festival.

Oliveira consideró este hecho como un "éxito rotundo y algo que raramente se da", en referencia a esa capacidad para conjugar nuevas apuestas que pueden resultar menos atractivas para un espectador menos experimentado.

Esta festival recibe su mayor reconocimiento dentro del circuito cinematográfico brasileño por su muestra de cortometrajes. "Es de los más antiguos que existe (en Brasil). La muestra competitiva de cortos tiene 18 años y existe desde el tiempo en que los cortos solo llegaban aquí en formato 35 milímetros. Fuimos de los primeros festivales en hacer la transición digital", aseguró Oliveira.

Además de la tradicional muestra de cortos, también tuvo lugar en Vitoria la III Muestra Competitiva de Largometrajes, en la cual participaron seis producciones brasileñas llegadas desde diferentes puntos del país.

La obra más aclamada en el conjunto del festival fue "A história da eternidade", película dirigida por Camilo Cavalcante. La cinta fue rodada en el estado de Pernambuco y en ella se entrelazan brillantemente tres historias que tienen lugar en un páramo rural de corte tradicional del interior de la región.

Esta producción logró alzarse con tres "Marlin Azul", nombre de la estatuilla entregada a los vencedores: al mejor largometraje, mejor dirección y mejor interpretación, este último por la actuación del actor Irandhir Santos.

En la parcela de cortometrajes, la producción carioca "O Clube", del director Allan Ribeiro, fue la más premiada, con dos "Marlin Azul" en las categorías de mejor corto y mejor interpretación, galardón que se distribuyó entre todo el elenco de la producción.

"El festival está bien consolidado. Cada año crece un poquito más y mucha gente quiere mostrar sus obras aquí", aseguró uno de los miembros del jurado, el académico brasileño Bertrand Lira, quien también destacó la selección de las obras por parte de la organización, que está "ayudando a mejorar la calidad" del evento.

La acogida por parte del público de Vitoria en esta XXI edición fue considerada por los organizadores como "estupenda" debido a la buena asistencia registrada.

Según Oliveira, la organización del evento seleccionó 76 producciones de entre cerca de 560 inscritas para un festival en que se homenajearon los 463 años de Vitoria y la trayectoria profesional del actor Paulo José, una de las figuras más destacadas del cine brasileño en las últimas décadas.

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