Firma de Abu Dhabi plantea construir edificio más alto del mundo en Pakistán

  • La sociedad Abu Dhabi Group firmó un cuantioso paquete de inversión en Pakistán que incluye la edificación del que sería el edificio más alto del mundo en la ciudad meridional de Karachi, informaron hoy medios locales.

Islamabad, 16 feb.- La sociedad Abu Dhabi Group firmó un cuantioso paquete de inversión en Pakistán que incluye la edificación del que sería el edificio más alto del mundo en la ciudad meridional de Karachi, informaron hoy medios locales.

El magnate inmobiliario paquistaní Malik Riaz selló ayer el acuerdo en el emirato del Golfo con el presidente del grupo árabe, el jeque Nahyan bin Mubarak, que comprometió una inversión global de 45.000 millones de dólares para diversos proyectos en todo el país.

De acuerdo con el diario Express Tribune, esta es la mayor iniciativa de inversión extranjera de la historia de Pakistán, y el grueso de los fondos -35.000 millones- irán destinados a la provincia de Sindh, cuya capital es Karachi.

Los datos que han trascendido del proyecto no contienen más detalles sobre la de construcción del emblemático edificio en Karachi, que deberá superar los 828 metros de la torre Burj Khalifa, inaugurada hace tres años en Dubai.

Abu Dhabi y Dubai, dos de los integrantes de la federación de los Emiratos Árabes Unidos, rivalizan desde hace años en rarezas arquitectónicas.

Otros proyectos anunciados por Abu Dhabi Group en Karachi -incluyen una ciudad deportiva, complejos educativos y sanitarios- darán empleo, según los medios, a dos millones y medio de personas.

El rotativo Daily Times recordó hoy que el conglomerado financiero emiratí ya ha realizado importantes inversiones en Pakistán en los sectores bancario y de telecomunicaciones.

La promotora fundada por Malik Riaz, Bahria Town, es una de las mayores del continente asiático y sus proyectos lideran la expansión inmobiliaria de las principales ciudades paquistaníes.

Riaz se ha convertido en uno de los personajes más influyentes de Pakistán, aunque el año pasado se vio envuelto en un presunto caso de sobornos y tráfico de influencias que también afectó al hijo del presidente del Tribunal Supremo, Arsalán Chaudhry.

Sin embargo, eso no fue obstáculo para que el Gobierno escogiera al empresario como mediador en la crisis política desatada el mes pasado por la 'larga marcha' encabezada por el clérigo reformista Tahirul Qadri en protesta por la corrupción política en el país.

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