G.Marañón dice que 2010 será el año de Mortier y el Real dará el salto internacional

  • Madrid.- El año 2010 será "el año Mortier" y el Teatro Real dará de su mano el "salto internacional", según pronostica el presidente de su Patronato, Gregorio Marañón, que en una entrevista hoy con Efe ha querido además "desmontar el mito" de que el nuevo intendente corre "grandes riesgos económicos".

Gregorio Marañón dice que 2010 será el año de Mortier y el Real dará el salto internacional
Gregorio Marañón dice que 2010 será el año de Mortier y el Real dará el salto internacional

Madrid.- El año 2010 será "el año Mortier" y el Teatro Real dará de su mano el "salto internacional", según pronostica el presidente de su Patronato, Gregorio Marañón, que en una entrevista hoy con Efe ha querido además "desmontar el mito" de que el nuevo intendente corre "grandes riesgos económicos".

El belga Gerard Mortier, que se ha incorporado este mes al teatro aunque convivirá con los actuales directores artístico -Antonio Moral- y musical -Jesús López Cobos- hasta el verano, presentará en marzo su primera temporada, la 2010/2011, como máximo responsable artístico del Real.

"Entonces -adelanta Marañón- se podrá comprobar que en su programación ha imperado el sentido económico sin renunciar a la ambición de una excelencia cultural. Quisiera desmontar el mito del Mortier de los grandes proyectos, de los grandes presupuestos y, si se me apura, de los grandes riesgos económicos", subraya.

El presidente del Patronato del Teatro Real, que cumple ahora dos años en esa función, no escatima halagos para Mortier -que no contará con un director musical fijo- del que dice que es "un extraordinario profesional", "cultísimo y divertidísimo", pero, sobre todo, "un descubrimiento" porque "pregunta lo que nadie había preguntado hasta ahora".

"Es peligrosísimo creer que uno lo sabe todo y Mortier consulta y comparte todos sus proyectos con el equipo. Además tiene una curiosísima y altísima sensibilidad, en contra de lo que se ha venido diciendo, por lo económico".

En su empeño por "desmontar el mito" de gastador de Mortier, que rechazó la dirección de la New York City Opera y aceptó la del Real porque le recortaron el presupuesto en un 40%, Marañón ha recordado que en la última de sus cinco temporadas en la Ópera de París el belga logró un récord de público -800.000 espectadores- de taquilla -48 millones de euros- y dejó una reserva de 44 millones de euros.

"No parece una hecatombe económica -ironiza-. En sus planteamientos está subyaciendo permanentemente la cuestión económica, no para gastar más sino para tener lo mejor con el presupuesto más ajustado".

Marañón afirma que no han tenido que discutir "un solo segundo" con Mortier sobre un exceso de presupuesto porque, defiende, "sabe cómo gestionar recursos escasos en épocas de crisis" y confiesa que tanto él como el director general, Miguel Muñiz, están "muy contentos" con sus ideas.

El Real, añade, dará con Mortier "el salto internacional" porque, por ejemplo, se venderán las producciones del coliseo madrileño en otros países, y su orquesta hará una gira por ciudades como París y Viena.

Este año será también el primero en el que el Real tenga un Consejo Asesor, previsto en sus estatutos fundacionales, que no llegó a constituirse, en enero de 2008, por la oposición de Moral y López Cobos, una resistencia que Marañón nunca ha entendido.

Tanto él como Muñiz y Mortier consideran que ese Consejo, que al Real "no le costará absolutamente nada", es "importantísimo" porque será un foro en el que "8 ó 10" personalidades del mundo de la música debatirán y contrastarán criterios sobre tendencias culturales sin que sus opiniones sean vinculantes o decisorias.

Aún están elaborando la lista de candidatos, que no podrán ser contratados para ninguna producción del Real, así como el tiempo de su vinculación con el Consejo y esperan que pueda empezar a trabajar el próximo mes de septiembre.

En el primer año de "crisis económica" en el Real -la aportación pública ha disminuido en un 10,24%-, que él augura que durará, al menos dos o tres años más, Marañón presume de la "buena salud" del teatro y del buen funcionamiento de su patronato, que ha dotado al Real de "autonomía y estabilidad" en su gestión.

El Real, asevera, tiene entre sus "puntos fuertes" la agilidad y "prontitud" con la que ha reaccionado ante la crisis, su capacidad de mecenazgo -el privado se ha incrementado en más de un 12%- y el éxito de público - 300.000 espectadores con un índice de ocupación del 95%

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