Gabarrón confina en círculos sus anhelos más íntimos en un nuevo giro creativo

  • Valladolid.- Algunas de las claves estéticas y reflexivas que han jalonado el mundo interior de Cristóbal Gabarrón a lo largo de su trayectoria gravitan dentro de "Circular", lema de una exposición inaugurada hoy en Valladolid donde el artista ha confinado en cuadros esféricos (tondos) sus anhelos más íntimos.

Gabarrón confina en círculos sus anhelos más íntimos en un nuevo giro creativo
Gabarrón confina en círculos sus anhelos más íntimos en un nuevo giro creativo

Valladolid.- Algunas de las claves estéticas y reflexivas que han jalonado el mundo interior de Cristóbal Gabarrón a lo largo de su trayectoria gravitan dentro de "Circular", lema de una exposición inaugurada hoy en Valladolid donde el artista ha confinado en cuadros esféricos (tondos) sus anhelos más íntimos.

"Circular", que hasta el próximo abril permanecerá en el museo de la Fundación Gabarrón, supone un nuevo giro del artista nacido en Mula (Murcia) en 1945, cuya obra abarca también el dibujo, el grabado y los murales como los realizados para la Expo'92 de Sevilla, el Comité Olímpico Internacional y el Parlamento Europeo.

Ese giro consiste en la utilización de la fibra de vidrio como soporte de las pinturas que ha realizado entre finales de 2009 y comienzos de 2010, y donde emerge todo el ámbito interior del creador: sus principales obsesiones, la expresión personal del mundo que le rodea y que ha plasmado a través de figuras y escenas.

"Son círculos porque es lo que circula alrededor de mi obra y de mi propia mente y que trato de explicar. Mis pinturas y esculturas son las respuestas a las preguntas que me hago y que tienen que ver con la naturaleza, la muerte y mi relación con la sociedad", ha explicado hoy el artista a la Agencia Efe.

El contorno esférico encierra todas esas preocupaciones, a la vez que remite a "esa obsesión por la perfección y a las infinitas posibilidades de visión" que ofrecen las formas redondas y que permiten la contemplación desde diversas perspectivas con la consiguiente variedad de sugerencias, ha precisado.

El hombre, la naturaleza, los animales y el ciclo de la vida decantado desde la antropología son algunos de los argumentos que Gabarrón ha desarrollado en "Circular" con la novedad de la fibra de vidrio, que tan sólo había empleado en su escultura pública, casos de "Los silencios de Colón" (2008) y "Torres de la Alhambra" (2009).

"Me preocupa la naturaleza y sobre todo mi integración dentro de ella. Cada día que pasa me encuentro más a gusto, en paz, y eso lo he trasladado a mi sentido vivencial e intelectual", ha agregado.

Cristóbal Gabarrón juega con la textura de la fibra para procurar un mayor relieve a sus pinturas, donde el craquelado acentúa una sensación de movimiento y sugiere formas escultóricas, a la vez que investiga las posibilidades estéticas de óleos, aceites y pigmentos mixtos.

El erotismo, entendido como génesis de vida, destaca también en el repertorio de diecinueve tondos expuestos que, en cierto modo, remiten a una retrospectiva de la obra del artista murciano, afincado en Valladolid desde los seis años y que muy pronto, con apenas veinte años, ya expuso en Nueva York y en París.

La presencia lírica de la naturaleza, a través de escenas vegetales y animales, es otro de los motivos que el visitante puede apreciar en los "Círculos" de Gabarrón, que desde Valladolid comenzarán una itinerancia con la ciudad de Bruselas como una de sus primeras estaciones.

La gran fuerza del color es uno de los alicientes de esta nueva entrega del artista, al que suele recurrir como medio de expresión tanto en su obra pictórica como escultórica, y que en ocasiones delata su estado de ánimo a través de las tonalidades empleadas.

En esta ocasión predominan los tonos más vivos: rojos, amarillos y naranjas, como también puede apreciarse en la trilogía formada por "El hombre mariposa", "El hombre niago" y "El hombre pájaro", que Gabarrón ha presentado como metáfora de uno de los principales anhelos humanos durante siglos: el ansia de volar.

"Circular" se complementa con diez esculturas de hierro oxidado con ácido, que representan otras tantas plantas con flores sugeridas a partir de un mosaico de espejos donde el visitante, a través de su propio reflejo, puede dialogar con las obras de arte, todas ellas distribuidas en dos grupos a modo de jardines y que buscan el efecto de un contrapunto con las pinturas.

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