Gabriel García Márquez, el hombre que enganchó a los best sellers a Fidel Castro

  • El Espectador relata cómo fue la relación entre Gabo y Fidel, dos personajes históricos que se profesaron siempre una mutua admiración. Gabo siempre decía que él enganchó a Fidel a los best seller y éste se sentía orgulloso de recibir las cuartillas de sus novelas para ser revisadas.

Con Fidel Castro en enero de 2000
Con Fidel Castro en enero de 2000

Fidel y Gabo. Una amistad que al escritor le ha dado más de un disgusto, mala imagen en algunas ocasiones, pero a la que nunca renunció. Disfrutaba Gabo con Fidel, de su compañía y de sus historias. El dictador, como ha hecho con casi todos los que le han conocido, se queda un poco más solo. Porque sí, eran amigos. De verdad. Así lo reflejan extractos de relatos en los que ambos hacen recuento de sus vivencias. El Espectador, que ha hecho un magnífico trabajo para homenajear al que el mismo presidente colombiano ha señalado como el más grande de los suyos, lo destaca hoy, en medio de la tristeza. No en vano su primer cuento fue publicado en ese diario. Estos son algunos de los relatos:Fidel: A Gabo le conozco desde siempre

"A Gabo lo conozco desde siempre, y la primera vez pudo ser en cualquiera de esos instantes o territorios de la frondosa geografía poética garciamarquiana. Como él mismo confesó, lleva sobre su conciencia el haberme iniciado y mantenerme al día en "la adicción de los best-sellers de consumo rápido, como método de purificación contra los documentos oficiales". A lo que habría que agregar su responsabilidad al convencerme no sólo de que en mi próxima reencarnación querría ser escritor, sino que además querría serlo como Gabriel García Márquez.García Márquez: Tres horas para Fidel son la media de una conversación

"Tres horas son para él un buen promedio de una conversación ordinaria. Y de tres en tres horas, los días se le pasan como soplos. Antes pasaba de largo por noches y días enteros, y dormía a retazos, donde lo derribaba el cansancio. Ahora trata de permitirse un mínimo de seis horas de buen sueño, aunque ni él mismo sabe a qué hora empezará a dormir cada día. Según vayan las cosas, lo mismo puede ser a las diez de la noche que a las siete de la mañana del día siguiente. … tiene un escritorio en buen orden, muebles confortables de cuero sin curtir y un estante de libros que reflejan muy bien la amplitud de sus gustos: desde tratados de hidroponía hasta novelas de amor. De media caja de puros que se fumaba en un día pasó a la abstinencia absoluta, sólo por tener autoridad moral para combatir el tabaquismo, en un país donde Cristóbal Colón descubrió el tabaco, y que deriva de él buena parte de sus recursos.Gabo: "Fidel se impone una dieta perpetua, él que es un cazador de recetas de cocina"

Su facilidad inclemente para aumentar de peso lo ha obligado a imponerse una dieta perpetua. Sacrificio inmenso, pues su apetito es de los grandes, y es un cazador insaciable de recetas de cocina, que le gusta preparar con una especie de fervor científico. Un domingo sin frenos, después de un almuerzo en forma, se tomó dieciocho bolas de helado.

Pero en la vida corriente apenas si prueba un filete de pescado con vegetales hervidos... ha logrado sobreponerse a su debilidad por los espaguetis que le enseñó a preparar el primer Nuncio Apostólico de la Revolución, monseñor Cesare Sacchi. Sus cóleras homéricas, pero momentáneas, son ahora fábulas del pasado, y ha aprendido a disolver sus humores oscuros en una paciencia invencible. Hace mucho tiempo dijo: 'Tan importante como aprender a trabajar es aprender a descansar'. Lee el inglés, pero no lo habla. Es un buen lector de literatura, y la sigue con atención. Llevo sobre mi conciencia el haberlo iniciado y mantenerlo al día en la adicción de los best-sellers de consumo rápido, como método de purificación contra los documentos oficiales.
Una vez dijo: 'En mi próxima reencarnación quiero ser escritor'. Y ahora lo tiene fácil. Ha sobrevivido a su amigo. Si se empeña, Fidel puede ser capaz de encarnarse en él.

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