García-Alix no ve en los indignados el espíritu de la "movida" madrileña

  • El fotógrafo español Alberto García-Alix echa de menos en el movimiento de los indignados una mayor "indignación y lucha", como las que demostraron los jóvenes de la "movida" madrileña de los 80, cuando España también estaba en crisis económica.

Miami (EEUU), 30 nov.- El fotógrafo español Alberto García-Alix echa de menos en el movimiento de los indignados una mayor "indignación y lucha", como las que demostraron los jóvenes de la "movida" madrileña de los 80, cuando España también estaba en crisis económica.

"Tenemos derecho a estar indignados por lo que está pasando. Los jóvenes son los primeros que van a pagar el pato de los mercados financieros", comentó el fotógrafo a Efe en Miami.

En la víspera de que arranque la décima edición de Art Basel Miami Beach, este español de 55 años presenta hoy en Miami "De donde no se vuelve", una creación audiovisual en la que repasa su trabajo, desde los inicios, pasando por el estallido cultural y social de los 80 en Madrid, lo que se conoce como la "movida", hasta su transformación en un fotógrafo profesional.

García-Alix recordó que la situación de la movida madrileña, de la que fue uno de los grandes protagonistas, era muy parecida a la actual, "porque había una gran crisis económica".

"También era una España donde había una libertad que nunca habíamos tenido. Los valores en alza de la juventud eran el estar contra el sistema, la agitación, la provocación", dijo el Premio Nacional de Fotografía 1999.

"Fueron años muy intensos y convulsos, ya que España despertaba a la democracia", rememoró sobre la época en al que se inició en el mundo de la fotografía, lo que le permitió además ser narrador mudo de los comienzos de aquel movimiento contracultural que acompañó a la transición.

"Lo que se llamó 'movida' fue una eclosión juvenil muy pequeña que marcó mucho a toda la juventud y a todo lo que se produjo a partir de entonces. Cuando miro hacia atrás lo veo un poco loco, pero cuando somos jóvenes, eres un inexperto, tienes muy poco conocimiento", dijo.

El fotógrafo afirmó que "nunca había tenido consciencia de estar fotografiando la movida", sino que se limitaba a hacer fotos de su "entorno radical, marcado por el mundo de las drogas".

"Me arrepiento de no haber sido más consciente del poder de la imagen, de no haber puesto más interés y no haber hecho más fotos. Para mí era un hobby", lamentó. "Ponía el carrete y a lo mejor me duraba dos semanas. Con una foto me bastaba. Ahora soy más consciente del hecho fotográfico y del poder de la imagen".

Precisamente esa evolución de su trabajo es la que ha tratado de plasmar en "De donde no se vuelve", un filme de cuarenta minutos que reconoce que ha constituido "un gran desafío" para él.

"Toda mi obra ha ido al compás de mis pasos y ya no hay vuelta atrás", dijo García-Alix en referencia al título de la muestra, en la que "el presente y el pasado se unen a través de la imagen y de la música".

Según explicó, "es un trabajo bastante doloroso porque me he sumergido en el pasado. Cómo fueron los años 70 y mi entrada en el mundo de las drogas. Mientras estoy escribiendo estoy mirando las imágenes" indicó. "Veo el desastre y tengo que mirarlo de una manera honesta y franca", agrega.

La película que hoy presenta en el Centro Cultural Español de Miami (Florida) en el marco de la feria de arte Art Basel Miami Beach, parte de los 70 y "habla de mí; de mi confusión y de mi manera de entender la imagen. Hago fotos de una manera muy humilde".

A partir de 1986 se produce "una evolución" y García-Alix empieza a profesionalizarse para "ganar dinero de una forma honesta".

"La mirada cambia y el ojo se educa. Lo que al principio es una mirada ingenua y hacia el exterior vuelve al interior", explica este hombre que nunca quiso ser fotógrafo, pero se enamoró de este arte cuando tuvo una cámara en sus manos y entró en el laboratorio de blanco y negro para revelar las copias.

Inicialmente, echó mano de su entorno para realizar sus conocidos retratos. Así, ante su objetivo pasaron la cantante Alaska, el director Pedro Almodóvar o las actrices Emma Suárez y Rossy de Palma.

"Era mi propio entorno. Te los encontrabas por las noches, en las fiestas, en los bares, en los conciertos. La movida no era un movimiento con muchísima gente", explicó.

García-Alix firmaría "donde fuera" para ir veinte años atrás y revivir la movida madrileña: "Ya me gustaría. Pero eso es imposible", dice con una sonrisa.

Mostrar comentarios