
La Mostra de Venecia inició este miércoles su 75º edición, una cifra redonda en la que la organización ha preparado una selección de películas que ha encandilado a la crítica, pues entre ellas hay bastantes que podrían ser merecedoras de un Oscar. De ahí la expectación que hay sobre la Mostra de este año. Además, por supuesto, por las estrellas que pueblan estos días la ciudad de los canales.
En la primera alfombra roja de ayer pudimos ver a actores como Ryan Gosling, que presentaba la película 'First Man', de la que es protagonista. El intérprete de 'El diario de Noah' fue la estrella más relevante de la pasada jornada, dando una lección de elegancia y buen gusto con su traje bicolor en blanco y negro.

También destacó su compañera de reparto en 'First Man' Claire Foy, con un dos piezas en colores coral que jugaba con el volumen de la capa que llevaba encima del vestido. Un look muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en estos festivales y que supuso un soplo de aire fresco y una nota de color y vanguardia.

Pero, sin duda alguna, la protagonista absoluta de la alfombra roja ayer en Venecia no estaba entre el elenco de actores. Porque se trata de alguien hasta ahora ajeno al mundo del cine, aunque puede que a partir de ahora se le abran las puertas y le veamos en la pantalla grande pronto.
Se trata de Georgina Rodríguez, la novia de Cristiano Ronaldo, que lleva pocas semanas viviendo en Italia tras el fichaje del futbolista por la Juventus de Turín y parece que lleva allí toda la vida. La joven de 24 años está recorriendo las zonas más lujosas del país y después de visitar el Lago Como y las calles comerciales más famosas de Milán, ahora ha aparecido en Venecia para desfilar directamente por la alfombra roja.
La joven, madre de la pequeña Alana Martina, que nació en noviembre de hace un año, llegó como si de una estrella se tratase a bordo de una góndola y posó sensual y sonriente ante la prensa que le esperaba. De ahí, directa a la alfombra roja, donde se desenvolvió como una auténtica profesional. Seguridad, sonrisas y fortaleza fueron las consignas de Georgina ante los fotógratos, a los que regaló numerosas poses y planos.


Vestida con un traje de palabra de honor y falda de encaje, que dejaba sus piernas al descubierto, la española iba fiel a su estilo, pues es fanática de las prendas que resaltan sus curvas y le hacen sentirse femenina. Se trata de una creación de la firma italiana Twinset, que es quien le ha llevado a la Mostra como embajadora. Sus taconazos eran de Giuseppe Zanotti.

Así, Georgina hizo su presentación en sociedad en Italia, país que ha acogido a la pareja como auténticas estrellas. Porque ahora, Cristiano y Georgina son los nuevos Beckham en el país transalpino, que llevaba mucho tiempo huérfano de una pareja tan mediática.
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