Gobierno andaluz destaca la singularidad de los dólmenes de Antequera

  • El consejero de Cultura, Luciano Alonso, ha mostrado hoy su satisfacción por la decisión del Consejo de Patrimonio Histórico de seleccionar los dólmenes de Antequera para la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco que España presentará en 2015 y ha defendido su singularidad e interacción con el paisaje.

Málaga, 28 mar.- El consejero de Cultura, Luciano Alonso, ha mostrado hoy su satisfacción por la decisión del Consejo de Patrimonio Histórico de seleccionar los dólmenes de Antequera para la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco que España presentará en 2015 y ha defendido su singularidad e interacción con el paisaje.

La resolución definitiva de la Unesco, que no se dará a conocer hasta junio de 2016, convertiría a los dólmenes de Antequera (Málaga) en el primer bien megalítico reconocido por este organismo internacional en España.

Según Alonso, se trata de "uno de los mejores y más valorados exponentes del megalitismo europeo", pese a no contar con esta declaración como en el caso de los de Stonehenge y Avebury en Inglaterra, Newgrange en Irlanda, Las Orcadas en Escocia o los Círculos de Piedra de Senegambia, en África.

La incorporación de los dólmenes de Antequera a la Lista de Patrimonio Mundial es "un reconocimiento merecido, que lo sitúa en el mapa de los grandes monumentos megalíticos del mundo", ha afirmado.

El conjunto está conformado por tres sepulcros megalíticos (los dólmenes de Menga y Viera y el tholos de El Romeral) y dos monumentos naturales (El Torcal y la Peña de los Enamorados), junto a un espacio de amortiguamiento o entorno.

El consejero ha resaltado los valores arqueológicos, culturales y paisajísticos de este complejo monumental, pero también "su alto valor sentimental, de pertenencia y orgullo para todos los andaluces".

Ha explicado que el equinoccio de primavera y otoño se puede admirar desde el interior del Dolmen de Viera; el solsticio de verano desde el sepulcro de Menga y el de invierno desde el tholos El Romeral.

Las construcciones no se orientan hacia el orto solar como es habitual, sino a las montañas de la Peña de los Enamorados y a el Torcal.

El conjunto dolménico antequerano se caracteriza por el uso de grandes piedras que forman cámaras y espacios con cobertura adintelada o falsa cúpula, utilizados con fines rituales y funerarios.

Destaca especialmente el túmulo de Menga, uno de los dólmenes conocidos de mayores dimensiones y único con pilares interiores, que lo convierte en una de las cumbres de la arquitectura adintelada de la Prehistoria reciente europea.

La candidatura incide igualmente en que los tres megalitos gozan de condiciones adecuadas de conservación y no están amenazados por procesos de desarrollo que hagan temer por su integridad.

Han preservado prácticamente inalteradas sus estructuras originales y, a diferencia de monumentos de este tipo del norte de Europa o de la Bretaña francesa, no han sido necesarias en el caso de Antequera grandes intervenciones reconstructivas.

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