Gonzalo Anes dice sentirse "incapaz de leer una novela histórica"

  • Madrid.- La Academia de la Historia dedica a partir de mañana un ciclo de conferencias a ese gran político y reformador religioso del siglo XVI que fue Francisco de Borja, cuya "apasionante vida" daría para una novela histórica, un género que, por cierto, no le gusta al director de esta institución, Gonzalo Anes.

Gonzalo Anes dice sentirse "incapaz de leer una novela histórica"
Gonzalo Anes dice sentirse "incapaz de leer una novela histórica"

Madrid.- La Academia de la Historia dedica a partir de mañana un ciclo de conferencias a ese gran político y reformador religioso del siglo XVI que fue Francisco de Borja, cuya "apasionante vida" daría para una novela histórica, un género que, por cierto, no le gusta al director de esta institución, Gonzalo Anes.

"Me siento incapaz de leer las novelas históricas porque suelen tergiversar las vidas de los personajes para hacerlos más atractivos y conseguir mercado", confesaba hoy Anes al presentar ante la prensa este nuevo ciclo de la Academia, que coincide con el V centenario del nacimiento de Francisco de Borja, nacido el 28 de octubre de 1510.

Coordinado por la historiadora Carmen Iglesias, el ciclo pondrá de relieve la importancia que tuvo Borja, biznieto del Papa Alejandro VI por línea materna y del rey Fernando el Católico por la paterna, en una época en la que España "era la potencia más importante del mundo", subrayó Anes.

Casado a los 19 años con Leonor de Castro, Francisco de Borja fue nombrado caballerizo mayor en la corte de la emperatriz Isabel, cuya muerte en 1539 influyó poderosamente en el IV duque de Gandía, que a partir de entonces potenció la espiritualidad en su vida y la combinó con su cargo de lugarteniente general del Principado de Cataluña y de los Condados del Rosellón y la Cerdaña.

Cuando murió su esposa, Francisco de Borja se retiró a Gandía, "hizo votos secretos e intensificó su relación con la Compañía de Jesús", hasta que en el 51 renunció a sus títulos y posesiones y se ordenó sacerdote.

Impulsó la fundación de colegios de los jesuitas y llegó a ser nombrado general de la Compañía. Murió en 1572 y un siglo después fue canonizado.

Su actuación junto a los reyes Carlos V y Felipe II convierten a Francisco de Borja en "un personaje fundamental" para comprender la política de aquella época, explicó Anes, mientras que Carmen Iglesias destacaba lo "apasionante" que puede resultar la vida de quien fue "gran aristócrata" y acabó renunciando a su riqueza y a su poder para dedicarse a la Compañía de Jesús.

"Su labor contribuyó a la institucionalización de la Compañía", afirmó Iglesias, que mañana presentará el ciclo de conferencias en la sede de la Academia, minutos antes de que Anes hable sobre la "España del siglo XVI".

El historiador Luis Suárez se centrará el 29 de enero en la vida de san Francisco de Borja y, el 3 de febrero, la académica Carmen Sanz, presente también hoy en el encuentro con la prensa, hará "una lectura política de la canonización".

Faustino Menéndez Pidal analizará los símbolos del linaje Borja, como explicó el propio historiador, y el escritor Álvaro Pombo, que se educó en un colegio de jesuitas, y Miguel Navarro, rector del Real Colegio del Corpus Christi, protagonizarán el 10 de febrero la última sesión.

La vida "rica y variada" de Francisco Borja daría para "una novela apasionante", aseguraba Iglesias, para reconocer a renglón seguido que no es "especialmente amante" de la novela histórica, salvo que sea "buena literatura", como la de Marguerite Yourcenar.

"La buena literatura puede reflejar el aura de una época, pero no hay muchas", añadió Iglesias, académica de la Historia y de la Lengua.

Gonzalo Anes fue aún más claro: "Confieso que ni siquiera soy capaz de leer las novelas de Marguerite Yourcenar. Encuentro tal divergencia entre lo que transmiten las novelas históricas y lo que uno llega a conseguir mediante la investigación, que me siento incapaz de leerlas".

Medio en broma, medio en serio, el director dijo que él prefiere "ser fiel" a los principios fundacionales de la Academia, que debe realizar su trabajo "desterrando las fábulas introducidas por la ignorancia o por la malicia".

La Academia, prosiguió ya en serio Anes, se interesa por el pasado "de forma rigurosa y objetiva. Conocer la Historia es básico para no equivocarse en las medidas que se adopten en el presente", advirtió.

Ana Mendoza

Mostrar comentarios