En los cines Alamo Drafthouse no está permitido usar el móvil durante la proyección de una película, ni mensajes de texto ni llamadas. Varios avisos advierten a los espectadores de que apaguen sus terminales. Sin embargo, una díscola ciudadana de Austin (Texas) decidió encender el suyo para, dice, usarlo a modo de linterna porque no encontraba su butaca. El personal del cine la vio y la echó. Es el procedimiento habitual que siguen en estos casos.
Ofendida, lejos de quedarse con los brazos cruzados o limitarse a quejarse ante familiares y amigos, llamó al Alamo Drafthouse para exponer sus airadas quejas. El mensaje quedó grabado y ahora ha sido utilizado por los cines para una increíble campaña sobre el uso de los móviles en las salas de sus cines. Un vídeo recoge las quejas de la espectadora y las subtitula con un fondo en negro. Simple y directo. No hace falta más.
"Gracias por no volver a The Alamo", concluyen en grandes letras. Todo el que lo vea tendrá claro que en esos cines es mejor no encender el móvil bajo ningún pretexto. Y el que se atreva, que se atenga a las consecuencias.
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