'Héroes', un reencuentro con los Goonies, ET o Kitt

Nos sentamos en la butaca del cine, nos acurrucamos y nos dejamos llevar, con nostalgia, a los ochenta de la mano de Pau Freixas. El director de 'Héroes' propone con su nuevo trabajo un viaje hacia a la infancia, hacia aquellos maravillosos veranos con los amigos yendo en bicicleta de un lado a otro, rompiendo las reglas paternas y soñando con que un poco de la magia del cine se colase en nuestras vidas.

Ésa es la propuesta del director catalán, que, acostumbrado al cine de género, asegura que lo de 'Héores' ha sido "un bonito viaje y una sorpresa" debido a la acogida que está teniendo -aunque se estrena este viernes, ya ha sido proyectada en los festivales de Málaga y Sitges-. La razón principal para embarcarse en un proyecto tan distinto a lo que suele hacer ha sido que, simplemente, le apetecía contar algo diferente, "algo más personal". Por eso, en 'Héroes', el viaje que se hace a los ochenta está plagado de referencias cinematográficas, pero también de recuerdos. Unos recuerdos que son de Freixas y que comparte toda una generación. "No es re-visitar, sino recordar", explica el director.

La presentación de los personajes infantiles es más que una declaración de intenciones. Xavi, el niño de ciudad, que regresa en vacaciones al pueblo y que lo primero que hace es montar en su bici, una BH, por supuesto, e iniciar el periplo en busca de sus amigos de cada verano. ¿'Verano Azul'? Quizá tenga un poco de la mítica serie. Aunque de lo que sí tiene, y mucho, es de la amistad incondicional, de la inocencia, de la ternura y de la ingenuidad propias de la infancia. Con el aliciente de que, además, en esta historia, puede observarse en qué se han convertido aquellos niños, hoy adultos entre los treinta y los cuarenta.

Y ese comienzo con referencias a lo que fueron los ochenta es sólo el principio. En 'Héores' están presentes 'Los Goonies' y 'La historia interminable', físicamente con carteles en la pared del cuarto de uno de los protagonistas, pero también en el espíritu que invade toda la película. Tampoco faltan 'ET', con escena-homenaje más que evidente más allá de los veraniegos paseos en bici, y 'Cuenta conmigo' (1986), dirigida por Rob Reiner y protagonizada por River Phoenix.

Como también está presente la típica, mágica y tan americana cabaña del árbol. Las visitas a la iconografía de aquellos años, la que proporcionaban el cine y la televisión, son continuas. No se olvidan Freixas y todo el equipo -el cual, dicho sea de paso, no pasa de los cuarenta- de Michael Knight y su fantástico coche. ¿Quién no hizo al menos una vez la gracia de llamar con su reloj a KITT?

Pero no son sólo recuerdos extraídos de las películas de entonces, sino también el reflejo de una época. La libertad con la que los niños vivían en el pueblo –todo el día jugando en la calle-, las trastadas, enfrentarse al divorcio de los padres, la ingenuidad, el primer amor, la pandilla de toda la vida, los matones mayores, las peleas, los deberes de verano, los castigos sin salir…

Todo eso regresa a la memoria viendo esta película. Es como revivir no sólo los recuerdos, sino también las sensaciones dejándose llevar por la nostalgia, que, como bien dice Freixas, "combina lo bueno y lo triste". Es salir del cine con buen sabor de boca y con la lágrima aún fresca en los ojos gracias a una película de corte clásico que apela a la fibra sensible de cada uno y que, por eso, funciona. Un viaje a los ochenta sin moverse de la butaca de un cine.