Hervé Palito, director de la Compañía Nacional de Danza: "Me gustaría poder encontrar talentos y darles medios"

  • Lainformacion.com se ha colado en los ensayos y clases de la Compañía Nacional de Danza, que empieza una nueva etapa al frente del francés Hervé Palito, que asegura que después de 8 años ayudando a Nacho Duato esta es "su casa".
Miguel Fernández / Ylenia Álvarez

Hervé Palito es desde este verano el nuevo director de la Compañía Nacional de Danza. Sus ojos brillan al hablar de proyectos, de improvisación, de exploración, de curiosidad. La compañía planea tres nuevos estrenos este año. A un mes del primero, el nuevo director nos cuenta su visión de la danza y nos descubre algo más de la Compañía Nacional.

La compañía está ante una nueva etapa que empezó en julio, ¿estás ilusionado?

Sí, claro. En principio yo tenía planificado dejar la compañía porque tenía la sensación de que acababa un ciclo, ya que llevaba 8 años trabajando aquí. He disfrutado muchísimo, pero sentía que para mi vida necesitaba algo más después de 19 años de estudio con los bailarines. Quería tomar el riesgo, ponerme de freelance durante algún tiempo y ver si podía conseguir la dirección de alguna compañía. Por eso, cuando el Ministerio me llamó para proponérmela pues me interesó muchísimo, por supuesto.

Le han dejado el listón muy alto. A un director, y menos de danza, eso no le da vértigo, ¿verdad?

Yo ya era parte de la compañía, no es como si vengo de nuevo, entones yo hacía parte de este nivel de trabajo, lo conozco, también la calidad de las coreografías de Nacho, por supuesto, pero en general, también la calidad de los bailarines. Ellos hacen que la compañía tenga este nivel. Hay bailarines que son increíbles, las elecciones artísticas son una elección, pero el nivel de trabajo sigue.

¿Qué objetivos te has marcado?

Cuando Félix Palomero me propuso la dirección, una de mis condiciones era que yo no venía para que sobreviviera, sino que quería hacer nuevas proposiciones. Por eso vamos a hacer tres nuevos estrenos este año, uno ahora en noviembre para el Canal con Philippe Blanchard.

Normalmente una creación lleva 4 ó 5 meses. Nosotros no tenemos este tiempo, por lo que vamos a hacer una pieza que ya existe, pero que está adaptada y recreada por nosotros. Estamos montando pasos que existían y desde ahí vamos a hacer evolucionar la pieza en relación con los intérpretes y la visión del coreógrafo para ellos.

¿Cómo va a ser la gira?

Son cosas que estaban previstas antes, yo he influenciado un poco en los programas, pero son contratos que estaban decididos con el material de Nacho. Seguimos la línea que hemos tenido estos últimos años. Vamos a ir a China, Grecia, Italia, Israel y algunos sitios más.

A mí me gustaría mucho, ya que vamos a estrenas tres piezas, la primera en el Canal y las otras dos en la Zarzuela en junio, acabar con las nuevas piezas en julio por España, y que el público español también tenga la oportunidad de ver, no sólo de escuchar o de leer en un artículo, una nueva proposición, como una evolución del trabajo aquí.

Muchos quizás desconozcan cuál es papel del director de la Compañía Nacional de Danza, ¿en qué consiste?

Mi papel es un poquito diferente del de Nacho porque él es un coreógrafo y yo no. Yo soy solamente director artístico, no puedo pretender ser coreógrafo.

Yo llego un poquito antes de todo el mundo, antes que los bailarines, porque la oficina empieza más pronto, y desde ahí me viene toda la gente con diferentes problemas. Viene el director técnico, después hablo con la gerente para todos los contratos posibles, las giras, la evolución también de la nueva producción, el decorado…Yo me informo un poquito del estado de cada cosa y a veces, doy la clase. Tenemos siempre maestros invitados, pero a veces, por ejemplo en la gira, soy yo el que da las clases para empezar el día, y hago también siempre los ensayos. Además busco cuidar a las personas.

¿Qué hay que hacer para entrar en la Compañía Nacional?

Hacer una audición. Este año tenemos tres bailarines nuevos. El mundo de la danza es como una pequeña sociedad, nos conocemos casi todos, por eso, cuando la gente se entera, por ejemplo, de que hay tal bailarín que se va, pues normalmente llaman y dicen: “Tengo interés” o nos encontramos: yo les miro en la clase, les dejo hacer ensayos, trabajamos un poquito juntos y ahí vemos si coincidimos en la visión de trabajo.

¿Cuál es el papel de la danza ahora mismo? ¿En qué lugar la sitúa?

Yo pienso que la danza es uno de los artes más nuevos, es un arte bastante joven, no es como una pintura, una escultura, yo pienso que hay muchas cosas que hacer todavía.

Cuando yo bailaba con Bejart éramos por lo menos 80 bailarines, estábamos más de 100 personas viajando por el mundo. Ahora es casi imposible tener estructuras tan pesadas: las compañías grandes, no viajan, es demasiado caro. La danza no es algo que haga beneficio a nivel dinero. A nivel artístico pienso que hay creadores jóvenes que tienen talento influenciados por los grandes maestros, pero el problema es que si esa gente no tiene medios, no puede evolucionar. Entonces como director artístico me gustaría poder encontrar talentos y darles medios porque la Compañía Nacional de Danza es un medio fantástico.

¿Las crítica la esperas temblando, sin importarte mucho, con ilusión?

Curioso, curioso... Yo estoy bastante convencido en lo que creo, así que una crítica es una opinión de una persona, que es importante, pero si es mala, no le daré mucha importancia, y si es buena, pues me alegraré. No vamos a destruirnos porque... hay que seguir trabajando.

¿Cómo describiría la actual CND?

Hay un nivel indiscutible, y dentro de compañías de este estilo diría que estamos entre las cinco mejores del mundo a nivel de trabajo, de proposición artística. Ahora lo que siento es que los bailarines tienen mucha curiosidad de experimentar nuevas cosas. Lo que han vivido con Nacho les ha llevado a un nivel increíble, pero ya lo han vivido. He hablado individualmente con cada uno y ellos me han dicho que estaban encantados de hacer cosas nuevas. La CND es una compañía donde hay muchos talentos, una calidad de trabajo grande y una curiosidad de evolucionar, así que es genial. Yo estoy encantado, la verdad.

Una pregunta obligada, ¿qué es lo que más me gusta de la danza?

Tiene el lado físico del placer del cuerpo que cualquier deporte puede darte, cualquier arte marcial, pero tiene el lado artístico de expresar cosas, un sentimiento, pero no de manera obvia como puede ser el teatro con un texto. Toca más directamente al sentimiento, el estado, sin justificar, sin explicarlo. Es como una manera de entrar en el público. El cuerpo que habla de una manera directa. Es como una música, no podemos cerrar los oídos, te entra, te emociona y no puedes decidir.

Hay mucha gente que ve el espectáculo y después me dice que le ha encantado pero que no ha entendido nada y que no sabe porqué. Pues, lo importante, es que le ha encantado, no tiene que justificar las emociones.

Hay un lado primitivo en la danza que me gusta: le pones una música a un bebé y se mueve, nunca ha visto a nadie y que se puede mover…Es algo que tenemos todos dentro de nosotroos, es como hacer el amor. Es algo primitivo porque a todo el mundo le encanta bailar, la gente baila en discotecas todos los días. La gente lo necesita y trabajar de eso es maravilloso.

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