Historiadores intentan en Madrid desmontar los tópicos sobre las independencias americanas

  • Madrid.- Romper con las interpretaciones "sesgadas e incluso maniqueas" que durante décadas han circulado en torno a los procesos de independencia de los países hispanoamericanos es uno de los objetivos del ciclo de conferencias que, a partir de mañana, impartirán diferentes historiadores en el Museo de la Ciudad.

Madrid.- Romper con las interpretaciones "sesgadas e incluso maniqueas" que durante décadas han circulado en torno a los procesos de independencia de los países hispanoamericanos es uno de los objetivos del ciclo de conferencias que, a partir de mañana, impartirán diferentes historiadores en el Museo de la Ciudad.

Este ciclo fue presentado hoy por la coordinadora del mismo, la historiadora y académica Carmen Iglesias, quien cree que el bicentenario de las independencias debe servir para enseñar "la historia común" y para comprender que "no se entiende nada de Hispanoamérica sin España y sin los procesos europeos", como tampoco se entendería "nada de España sin América".

En esa historia compartida conviene remontarse al momento del Descubrimiento de América, a finales del siglo XV, para ver que ese proceso fue muy diferente al colonialismo europeo del siglo XVII, según ha demostrado el hispanista John Elliot en sus libros y recordaba hoy Iglesias.

En la conquista de América funcionaron lo que Elliot llama "las fronteras de inclusión", porque, aunque fuera "a veces con violencia, se incluyó al Nuevo Mundo y a sus habitantes". En el caso anglosajón, un siglo después, "se crearon fronteras de exclusión y jamás hubo integración", aseguró Iglesias, académica de la Historia y de la Lengua.

El factor de la inclusión lo subraya con frecuencia el gran escritor mexicano Carlos Fuentes, para quien, como recordó Iglesias, "uno de los activos que poseen las sociedades hispanas es el mestizaje", un proceso que "es complejo y que tiene consecuencias" que no hay que perder de vista.

En el caso del Descubrimiento de América, el mestizaje lo favoreció el hecho de que, cuando se produjo, la sociedad española "salía de una larga lucha contra el Islam" y, aunque hubiera habido enfrentamientos sangrientos, estaba acostumbrada a "respetar el nivel cultural y civilizador" del enemigo.

Los españoles, prosiguió Carmen Iglesias, llegaron a América "en busca de oro y riquezas", pero también "había que evangelizar, y eso suponía integrar".

La gran mortalidad que se produjo en Hispanoamérica en el siglo XVI "se debió a las epidemias". Se luchaba por "conquistar la tierra y el oro", pero los españoles "no iban con la idea de exterminar a un pueblo. No hubo genocidio".

En cambio, "sí hubo genocidio con respecto a los indios" a partir de las independencias de los países americanos, en Argentina "y en otros muchos lugares de América", señaló la historiadora, gran experta en el siglo XVIII y autora de numerosos ensayos.

Los procesos de independencia favorecieron a "las oligarquías criollas", pero los indios mestizos y la población afroamericana "no salieron beneficiados, sino que fueron exterminados", añadió Iglesias, que hablará mañana sobre estas cuestiones en la primera conferencia del ciclo "Iberoamérica y España. De los Virreinatos a la Independencia. Sueños, proyectos y realidades en la América Hispana", organizado por la Fundación Banco Santander.

Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia, e historiadores como José Luis Díez, Carmen Sanz, Manuel Lucena y los argentinos Carlos Malamud y Carlos Rodríguez Braun intervendrán a lo largo del mes de febrero en este ciclo, que trata también de ahondar en cuestiones como "la plasmación en el imaginario americano del nuevo sentimiento de independencia" y de los sueños que esa realidad suscitaba.

Entre los tópicos sobre las independencias "que hay que romper", Iglesias mencionó el creer que la transición a la modernidad, tanto en España como en América, "fue la historia de dos fracasos. La Historia no se mide por éxitos o fracasos". Los primeros "nunca son definitivos" ni los segundos tampoco.

Otro tópico que también se ha ido desmontando es el de pensar que los procesos de independencia "se debieron al malestar creciente en América, sobre todo entre los criollos, por las reformas ilustradas".

"Las independencias no eran algo obligado", aunque sí había "una tendencia" a ellas. "Las reformas provocan a veces resistencias, rebeliones, pero no se rompe por eso la estructura común", aseguró la historiadora.

Ana Mendoza

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