Huelva, la gran fiesta del toreo

  • Juan Miguel Núñez.

Juan Miguel Núñez.

Huelva, 6 ago.- Una feria programada con sensibilidad y afición, impecable también desde el punto de vista comercial, la de Colombinas, ha dado unos resultados sorprendentes, extraordinarios en la taquilla y en el ruedo, de modo que ahora se habla de la feria de Huelva como la gran fiesta del torero, este año, la mejor feria de España.

En tiempos tan controvertidos y difíciles para el espectáculo taurino, la familia Pereda, propietaria del emblemático coso de "La Merced", donde tradicionalmente ejerce también como empresa, ha echado el resto con una apuesta tan imaginativa como atrevida para las contrataciones que han tenido como punto de partida nada menos que a José Tomás.

Algo habrá tenido muy en cuenta el más deseado de todos los toreros para elegir la cita de Huelva entre las tres únicas que se ha planteado esta temporada -anteriormente en Badajoz, en junio, y la que está por venir en Nimes, en septiembre-, y de qué manera la forma de sacarla adelante.

Tomás, que arrastró a Huelva a miles de aficionados de toda España y de muchos países del mundo con tradición taurina o no -al margen de cualidades estrictamente toreras, el interés que despierta su mitificada figura entra dentro de lo que se denominaría fenómeno de masas- cumplió esas expectativas con una actuación completísima en todo, perfecta en el planteamiento y arrebatadora en la ejecución.

Como muestra vale decir que en el mano a mano que enfrentó a Tomás con el siempre impredecible "Morante" -su cotización se basa precisamente en el enigma en su forma de torear, rara de carácter, eso sí, de embeleso cuando viene a verle la inspiración-, por el nivel de presentación de los toros que trajo cada uno ganó el primero, pues los de Victoriano del Rio, Jandilla y "El Pilar" que estoqueó el primero, estaban muy por encima de los de Zalduendo, Cuvillo y Juan Pedro que había elegido el de la Puebla.

Luego fue definitivo lo que desarrolló en las tres faenas, dechado y compendio de torería, de valor y disposición, de seguridad y aplomo, del arte de torear en su mejor acepción. La marca José Tomás lo inundó todo.

Y al hilo de esa apoteosis, el otro mano a mano con Juli y Talavante con toros de Cuvillo en una competencia un tanto ficticia por la tolerancia que se dispensaron en los pretendidos piques. Dio su resultado, no obstante, por el ánimo de los dos para estar a la altura de lo de la víspera. Así lo entendió también el tendido, más condescendiente en todo, en pasajes exageradamente ponderados, incluido algún que otro brindis al sol.

El ciclo se abrió con una corrida también de cierto fuste en la que destacó "El Cid" con los dos mejores toros de José Luis Pereda, mientras que el debutante Fandiño y Luque no tuvieron "material".

Y en el epílogo, la gesta del rejoneador Ventura con seis toros para él solo. Una corrida a punto de torcerse cuando en el primer toro cayó el jinete al ir a clavar la primera banderilla y ya estuvo toda la tarde muy dolorido.

Pero terminó remontando, con notables faenas en la segunda parte del festejo, hasta conseguir tres orejas que todavía pudieron ser cuatro y hasta cinco si no se le hubiera negado el rejón de muerte y el mismo presidente, éste muy cicatero en contraste con la generosidad que había tenido en días anteriores.

Los otros grandes triunfadores de estas Colombinas han sido, sin duda, los empresarios, por el éxito de la taquilla, con casi lleno, "no hay billetes", lleno y lleno, en cada uno de los cuatro días.

Nunca hubo tanta gente en Huelva atraída por los toros, y de paso, para disfrutar de los encantos que ofrece la capital y la provincia. Historia y gastronomía, cultura y tradición, playas y montaña, campiña... Huelva y su luz, delicioso recreo en todos los sentidos.

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