Illustration Now! Portraits. Actualizando el arte del retrato

  • El libro 'Illustration Now! Portraits', publicado por la editorial Taschen, reúne a ochenta ilustradores alrededor de un arte que no tiene ninguna intención de pasar de moda: el retrato.

Illustration Now!, la Biblia de Taschen para los que quieran estar al tanto de lo que pasa en el mundo de la ilustración (ya existen tres ediciones), da una vuelta inesperada hacia un arte tan antiguo como reacio a pasar de moda: el retrato.

Illustration Now! Portraits, publicado recientemente, reúne a alrededor de ochenta ilustradores procedentes de todo el mundo en torno a este desafío artístico que supone reproducir fielmente no tanto los rasgos del personaje que se retrata, sino más bien la atmósfera que desprende, su espíritu en otras palabras, a través de detalles mínimos y reconocibles por el público.

La razón de esta publicación, como recuerda Steven Heller2013 entre otras cosas, director de arte del New York Times durante más de 30 años 2013 es que tanto el retrato como la caricatura han vuelto a suscitar interés en el mercado editorial. A pesar de que no tenga el éxito de la fotografía - y sobre todo de la fotografía digital - el retrato puede llegar a lugares de la personalidad del retratado, de su 'aire', generalmente vetados a la fotografía. De ahí su fuerza y la justificación de un libro como éste.

En el retrato queda más espacio para la imaginación y la interpretación. Queda más espacio para la libertad y no sólo en el enfoque 2013 cuando el artista decide a quién retratar y qué retratar 2013 sino también en la técnicas elegidas para llevar a cabo el retrato o la caricatura.

Retratos sí, pero actualizados

Hay quien opta por lo digital como el mejicano Jorge Alderete o el español Jorge Arévalo, autor de retratos muy divertido de personajes, aunque no exactamente caricaturas, como Amy Winehouse, Anthony Hopkins o Elijah Wood. Quien como Hanoch Piven2013 un ilustrador que vive y trabaja entre España e Israel 2013 se atreve con collages de animalitos de plástico, lupas, cigarrillos, champiñones y pepinos de los que emergen, como por milagro, los rostros de Sigmund Freud, Karl Marx y Barack Obama.

Los retratos de la canadiense Jody Hewgill son una ruta de ida y vuelta entre su estilo personal y algunas obras de Frida Khalo y del realismo socialista, mientras la inglesa Vanesa Dell opta por el superclásico óleo sobre papel.

Retratos sí, pero actualizados. Y sin embargo estos retratos comparten algo con los retratos de los maestros de la pintura y las caricaturas hechas en la Piazza Navona de Roma o delante de la catedral de Notre-Dame en París: que convierten al retratado en una estrella sin tiempo.

Madonna es más Madonna en un retrato que una foto y una persona común puede compartir el escenario con Andy Warhol. La fotografía no lo permitiría más que con el 'engaño' del Photoshop, el retrato lo hace sin tener que pedir permiso a nadie. Su misión es convertir en celebridades a todos, sin distinciones y en el acto, con sus virtudes y sus defectos. Es superfluo preguntarse si todavía hay mercado para esto. El retrato está de moda y a la vista está.

Alessia Cisternino
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