Jaume Cela gana el premio Vaixell de Vapor y queda desierto el Gran Angular

  • Barcelona.- El maestro de primaria Jaume Cela ha ganado hoy el premio El Vaixell de Vapor, dotado con 24.000 euros, con la obra "Set raons per estimar els meus pares", mientras que el otro premio literario de la editorial Cruïlla, el Gran Angular de literatura juvenil, ha vuelto a quedar desierto, como en 2009.

Jaume Cela gana el premio Vaixell de Vapor y queda desierto el Gran Angular
Jaume Cela gana el premio Vaixell de Vapor y queda desierto el Gran Angular

Barcelona.- El maestro de primaria Jaume Cela ha ganado hoy el premio El Vaixell de Vapor, dotado con 24.000 euros, con la obra "Set raons per estimar els meus pares", mientras que el otro premio literario de la editorial Cruïlla, el Gran Angular de literatura juvenil, ha vuelto a quedar desierto, como en 2009.

Cela, nacido en Barcelona en 1949 y director de la escuela Bellaterra, es miembro de la Asociación de Escritores en Lengua Catalana, y tiene en su haber varios premios como otros dos Vaixell de Vapor y el Ciutat d'Olot en 1991.

La secretaria del jurado, Núria Font, ha explicado en rueda de prensa que de "Set raons per estimar els meus pares", que se publicará dentro de tres meses sólo en catalán, se ha valorado su agilidad, su humor, y "una forma narrativa muy innovadora y arriesgada", al apostar su autor por el monólogo interior de un niño.

El relato está protagonizado por Nil -el mismo nombre del nieto mayor de Cela-, un chaval de unos ocho o nueve años, nacido por casualidad en una carnicería y que va anotando en una libreta que le ha regalado el carnicero Mariano por su cumpleaños las siete razones por las que más quiere a sus progenitores.

El niño, según Jaume Cela, es muy aficionado a la escritura y no le supone "un castigo bíblico" anotar por qué quiere a sus padres tal como le ha pedido que haga el carnicero.

Sus razones, según asevera el narrador, son tan sencillas como que le gusta que le hayan puesto un nombre corto o que le dejen tener en su habitación una cochambrosa caja metálica que ha encontrado en la calle.

Si una cosa le agrada, especialmente, al maestro barcelonés de su oficio como escritor es que le permite olvidarse de quien es y vivir otra vida. "Aquí -ha proseguido- me meto en la piel de un niño e intento escribir como él, un reto que me ha costado, principalmente por la cuestión del tono".

De todas maneras, reconoce que el lenguaje que ha empleado "es más rico e intenso que si fuera una criatura", aunque en los cuarenta años que lleva en el mundo de la enseñanza ha leído "miles de textos infantiles y juveniles" y remarca que algo sabe de cómo escriben los más pequeños.

Núria Font ha advertido que otra de las características del texto es la de las digresiones. "Alguien en el jurado lo llegó a comparar con Salinger", ha apostillado, mientras Jaume Cela se lo agradecía y precisaba que "los niños escriben así, abriendo muchos caminos, que en ocasiones no continúan".

La obra ganadora competía con 65 originales más, frente a los 52 que se presentaron en 2009, y el jurado, formado por Josep Maria Fonalleras, Màrius Serra, Nati Calvo, Irene Tortós y Núria Font, que actuó como secretaria, consideró que tres obras debían llegar a la final.

Por temática, este año había muchas historias relacionadas con la vida cotidiana, alguna sobre la Guerra Civil española e incluso otras de ciencia-ficción y centradas en la inmigración o en niños afectados por alguna enfermedad.

La mayoría de las obras provienen de Cataluña, el País Valenciano y las Islas Baleares.

En cuanto al premio Gran Angular de literatura juvenil, también dotado con 24.000 euros, el secretario del jurado Jaume Pascual ha lamentado que haya vuelto a quedar desierto como el año pasado, pero de la veintena de obras presentadas no se ha considerado que hubiera ninguna que fuera merecedora del premio.

Los premios El Vaixell de Vapor y Gran Angular son los mejor dotados de la literatura infantil y juvenil en catalán.

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