La primera vez que el apellido Bardem sonó en Hollywood fue en 1958. Ese año, un desconocido y talentoso director español, de nombre Juan Antonio, conseguía por primera vez que una película de nuestro país estuviera representada en la noche mágica del cine gracias a la película La Venganza. Hoy, más de medio siglo después, su sobrino, Javier Bardem, ha conseguido la nominación número 55 para nuestro cine en los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
El artista español opta a su segundo Oscar por su papel de Uxbal en el drama Biutiful del director mexicano Alejandro González de Iñárritu. Bardem no lo tendrá fácil. Colin Firth y su excelente interpretación del monarca británico Jorge VI en El Discurso del Rey parten como grandes favoritos en la categoría de mejor actor. Sin embargo, si alguien tiene posibilidades de romper la quiniela ganadora, ese es Bardem. El protagonista de las oscarizadas No es País para Viejos (2007), Vicky Cristina Barcelona (2008) o Mar Adentro (2004) cuenta con el respeto y la admiración de buena parte de los 6.000 miembros de la Academia con derecho a voto. A priori no parece que, en el improbable caso de que Firth no levante la estatuilla, vaya a parar a James Franco (127 Horas), Jesse Eisenberg (La Red Social) o de nuevo a manos de Jeff Bridges (Valor de Ley).
Javier Bardem ya hizo historia en 2000 al convertirse en el primer intérprete de nuestro país en ser nominado a mejor actor por Antes de que anochezca, aunque perdió frente a Russel Crowe y Gladiator. Ahora, con tercera candidatura al Oscar, el actor nacido en Las Palmas se queda a las puertas de ingresar en el selecto grupo de españoles con más candidaturas, cuatro, compuesto por Luis Buñuel, Pedro Almodóvar, Nestor Almendros y José Luis Garci. Y, si finalmente consigue el premio, ingresaría en el Olimpo de nuestro cine con dos estatuillas doradas, algo que sólo han conseguido Pedro Almodóvar y Gil Parrondo.
A pesar de que la primera nominación patria llegó en 1958, nuestro cine no se tiñó de dorado hasta más de una década después. En 1969, Juan de la Cierva, el sobrino del legendario inventor del autogiro,fue el primer español en llevarse un Oscar, en esta ocasión en la categoría de premio técnico, por la invención del estabilizador óptico Dynalens. Gil Parrondo recogió el testigo de De la Cierva y se llevó a su casa los premios a la dirección artística de 1970 y 1971 por las películas Patton y Nicolás y Alejandra. Seis años después Néstor Almendros consiguió el oscar a la mejor fotografía por Días del cielo, derrotando a la gran ganadora del año, El cazador de Michael Cimino.
En 1982, José Luis Garci hace historia al convertir su película Volver a empezar en el primer largometraje español en conseguir el oscar a la mejor cinta extranjera. Tras él, Trueba repitió en 1993 con Belle Epoque y Pedro Almodóvar en 1999 con Todo sobre mi Madre. La estatuilla del director manchego fue el prólogo que anticipó la mejor década del cine español en Hollywood.
Entre 2000 y 2010, nuestros artistas han conseguido 23 nominaciones y 8 galardones en los premios de la Academia, incluido el segundo de Almodóvar, por el guión de Hable con Ella (2002), el de Mar Adentro, mejor película extranjera en 2004 o los de Javier Bardem, por No es País para Viejos (2008), y Penélope Cruz, por Vicky Cristina Barcelona (2009). El próximo 27 de febrero, el actor español más apreciado en Hollywood tiene la oportunidad de seguir incrementando la cuenta y confirmarse como el actor más talentoso de su generación.
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