Javier Valverde se retira por desgaste físico y mental y no sabe si volverá

Ciudad Rodrigo (Salamanca).- El matador de toros salmantino Javier Valverde ha decidido retirarse, tras la pasada Feria del Pilar, debido al desgaste físico y moral tras nueve temporadas como matador y no sabe si volverá a los ruedos.

Su "abatimiento" le ha hecho "perder intensidad y motivación", por eso se marcha, porque cree que a estas alturas de su carrera es "lo conveniente" y, además, porque le apetecía, según ha explicado hoy a EFE.

Desde que se convirtió en matador de toros, tras tomar la alternativa el 12 de junio de 2002 en La Glorieta de Salamanca, a Javier Valverde siempre le ha tocado lidiar el ganado más duro, el de Adolfo Martín, los Miuras, los Victorinos o los Palha, y esto es "lo que produce mella", ya que, a su juicio, no es lo mismo que lidiar corridas con toros menos agresivos.

Ahora se centrará en asuntos mucho más personales, relacionados con su familia, aunque ha insistido en que lo único claro que tiene es que será matador de toros toda su vida hasta que se "vaya para el otro lado".

Ha confesado entre risas que hace dos días le llamaron para ver si estaba interesado en apoderar a alguien, ya que, según ha dicho: "para nada me veo apoderando a nadie".

Acerca de sus expectativas como torero, Valverde es rotundo: "si dijera que he cumplido todas mis expectativas sería idiota y no realista".

Reconoce que en el mundo del toro actual, "sobrevivir como profesional y salir indemne como persona es muy difícil porque hay mucha presión, resquemor y contradicción".

Aunque, en general, se siente feliz y orgulloso de su trayectoria, que siempre ha estado marcada por metas posibles, lejos de las utopías.

En su opinión, desde que se iniciara en el oficio, el mundo del toro sigue igual, "el sistema taurino lleva así toda la vida: o te acoplas o de desacoplan".

Entiende que las fiesta de los toros es el reflejo de la sociedad actual y que si "la sociedad tiene catarro, el mundo del toro tiene neumonía, que es lo que está pasando ahora".

En su trayectoria, desde que fuera novillero, asegura que le han tratado fenomenal los medios de comunicación y se queda con dos crónicas taurinas que escribieron los periodistas salmantinos ya fallecidos Alfonso Navalón y Carlos Perelétegui, cuando estaba fraguándose como novillero.

Javier Valverde, nacido el 22 de diciembre de 1997, recuerda a su apoderado como novillero, José María Cerezo, y a sus dos apoderados como torero, Ángel Castro y Nacho Matilla, con los que ha aguantado fielmente durante sus 8 años de matador, algo que, en su opinión, "es muy complicado en el mundo del toro".

Su peores recuerdos, cuando empezaba a ser torero y creía que su tenía que estar en el cartel de alguna feria y su nombre no aparecía, "entonces sí que se pasaba mal".