"Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver". La frase del actor James Dean resume su propia existencia y la de varios mártires del rock. Janis Joplin, Jimi Hendrix o Kurt Cobain podrían formar parte de este distinguido club de vidas al límite, extinguidas antes de tiempo.
Sin embargo, por encima de todos ellos, se erige por derecho propio la figura de Jim Morrison, el cantante de The Doors, que murió a la temprana edad de 27 años.
Retrato íntimoEl documental "When You're Strange" trata de aportarnos algo de luz sobre el cantante de joyas como "Riders on The Storm" o "Light My Fire". Nuestro guía en este viaje por la vida del mito es la voz del gran Johnny Depp, que vuelve a ejercer de narrador después de "Gonzo. Vida y hazañas del Dr. Hunter S. Thompson".
Como capitán de este ambicioso proyecto se encuentra uno de los más importantes directores del cine indie norteamericano: Tom DiCillo, realizador de pequeñas maravillas como "Vivir rodando" o "Johnny Suede".
Buceando en material inédito de The Doors, rodado entre 1966 y 1971, el cineasta estadounidense ha realizado una cinta íntima y poética que deja un lado el tono excesivamente divulgativo de otros documentales para analizar ese gran misterio que fue Morrison.
No hay aquí espacio para las entrevistas realizadas ex profeso para el documental. Sólo imágenes y declaraciones de la época acompañadas por unos cuantos datos biográficos sirven para que DiCillo saque sus propias conclusiones sobre el grupo y, en especial, sobre su enigmático vocalista.
La voz de Johnny Depp, calmada y casi susurrante, le sirve al cineasta para contarnos la evolución de un chico que empezó cantando de espaldas al público para convertirse, poco más tarde, en un personaje casi mesiánico. Una figura capaz de inspirar a Oliver Stone un polémico biopic o de colonizar con su ambigua y atrayente imagen los cuartos de generaciones de adolescentes.
Su vida se convierte en manos de DiCillo en un gran viaje en carretera. Fragmentos de "Highway" (Autopista), cinta que el propio Morrison rodara durante su paso por la escuela de cine de UCLA, le sirven al director como excusa perfecta para convertir el documental en un viaje alucinante al fondo de ese hombre que vivió al límite, experimentó con todos tipos de drogas y se convirtió en un mito que todavía hoy perdura.
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