Jorge Edwards opina que "somos una lengua unida pero atrasada en ciencia y tecnología"

  • Valladolid.- El escritor chileno Jorge Edwards, Premio Cervantes 1999, se ha hecho hoy eco en Valladolid del "extraordinario misterio cultural" que representa la unidad de la lengua hispana en un espacio geográfico "tan grande", pero ha reflexionado también sobre su retraso en ciencia y tecnología.

Jorge Edwards opina que "somos una lengua unida pero atrasada en ciencia y tecnología"
Jorge Edwards opina que "somos una lengua unida pero atrasada en ciencia y tecnología"

Valladolid.- El escritor chileno Jorge Edwards, Premio Cervantes 1999, se ha hecho hoy eco en Valladolid del "extraordinario misterio cultural" que representa la unidad de la lengua hispana en un espacio geográfico "tan grande", pero ha reflexionado también sobre su retraso en ciencia y tecnología.

"Somos una lengua unida pero posiblemente atrasada en ciencia y tecnología", ámbitos donde el habla anglosajona (inglés y estadounidense) imponen la norma. Es cuestión de aplicar voluntad" para resolver esa cuestión, ha manifestado a los periodistas antes de abrir unas jornadas en la Universidad de Valladolid.

Ha puesto como ejemplo, dentro de las nuevas tecnologías, la penetración en el español de términos relacionados con internet, contra lo cual se ha rebelado porque "hay que mantener el idioma" mediante la progresiva implantación de términos con un significado equivalente.

Así se ha expresado antes de inaugurar "Encuentro y Bicentenario", tres jornadas de análisis y debate sobre la situación de Iberoamérica a las puertas del bicentenario de varias repúblicas (1812-2012), con la participación de profesores universitarios de diversos países hispano-parlantes.

La emancipación en el siglo XIX de las colonias españolas en América "fue política pero no cultural porque la lengua nunca se perdió", e incluso se realizaron esfuerzos en favor de ésta como en Chile ocurrió con el humanista Andrés Bello (1781-1865), ha añadido el autor de "La casa de Dostoievsky" (2008), quien desde hace dos años goza de la nacionalidad española.

Dos siglos después, en palabras de Jorge Edwards, se ha verificado un "misterio cultural bastante interesante: la lengua se ha mantenido con la misma sintaxis aunque con pequeños matices, cambios y giros" propios de cada país y sin que afecten a su entendimiento.

"En el resto del mundo es muy difícil que se produzca un fenómeno similar al del español: es la misma lengua desde el norte de Méjico hasta el sur de Chile y eso lo tenemos que aprovechar", ha agregado este escritor, periodista, crítico y también diplomático de carrera que tuvo en París, de 1962 a 1967, su primer destino en una legación.

Ese "misterio cultural" ha redundado en la "democratización del mundo hispano" al permitir una comunicación "más libre" y contribuir a "un mundo literario más fructífero e interconectado", se ha producido "una comunicación extraordinaria en los países de habla hispana que antes no existía".

Dentro de esa patria común que es el idioma, Edwards no cree que exista una determinada "capital del idioma", ya que lo "son todas: Quito, La Paz y Valladolid".

"El español no es sólo de Castilla. Tenemos una lengua mestiza, llena de matices mezclas e influencias que la enriquecen", ha añadido acerca del papel que juega el ciudadano de a pié en la fijación y evolución de un idioma, por encima de las academias.

"La lengua la hace el pueblo, la gente. Resultaría muy optimista pensar que la hacen un grupo de caballeros sentados alrededor de una mesa (académicos). En sus diccionarios y gramáticas, con toda la buena voluntad, las academias reflejan esa evolución", ha reflexionado.

La intervención del académico chileno ha dado paso a la primera mesa redonda del "Encuentro Bicentenario", que hasta el próximo viernes reflexionará sobre las relaciones científicas, culturales, políticas y económicas de Iberoamérica con España y Portugal, a la luz de las relaciones históricas y de su pasado colonial.

La transformación de la sociedad iberoamericana, su desarrollo económico y demográfico, la educación, las expresiones estéticas y representaciones de identidad serán algunos de los asuntos que se tratarán, según fuentes la organización.

Jorge Edwards goza desde 2009 de la nacionalidad española, que disfruta por la vía denominada "carta de naturaleza", ya que en 1973, tras el golpe de Estado del general Pinochet en su Chile natal, desplazó su residencia a Barcelona, donde vivió hasta 1978 como director de una editorial y asesor de Seix Barral.

Fue uno de los fundadores y presidente del Comité de Defensa de la Libertad de Expresión, integrado por escritores y periodistas en los años de la dictadura chilena, y años después designado por el entonces presidente Eduardo Frei como embajador ante la Unesco, en París (1994-1997).

Edwards, entre otras novelas, es autor de "Los convidados de piedra" (1978), sobre el golpe de Estado de 1973, así como de "El museo de cera" (1981), de tinte político, y de "La mujer imaginaria" (1985), "El anfitrión" (1988) y "El inútil de la familia" (2004).

Mostrar comentarios