Jorge Manrique cumple 25 años de su alternativa con un llamamiento a la administración

  • Valladolid.- El matador de toros Jorge Manrique , alejado de los ruedos desde más de una década y que hoy celebra un cuarto de siglo de su alternativa, ha realizado un llamamiento a las administraciones competentes para que "intenten abaratar" los costes de los espectáculos taurinos y promover la fiesta entre los jóvenes.

Jorge Manrique cumple 25 años de su alternativa con un llamamiento a la administración
Jorge Manrique cumple 25 años de su alternativa con un llamamiento a la administración

Valladolid.- El matador de toros Jorge Manrique , alejado de los ruedos desde más de una década y que hoy celebra un cuarto de siglo de su alternativa, ha realizado un llamamiento a las administraciones competentes para que "intenten abaratar" los costes de los espectáculos taurinos y promover la fiesta entre los jóvenes.

Más allá de impedimentos, trabas o prohibiciones de "carácter político" como recientemente ha ocurrido en Cataluña, Manrique (La Seca -Valladolid-, 1964) considera el elevado precio de la organización de los festejos como uno de los obstáculos que ahora mismo pueden lastrar el futuro de la fiesta.

"La Administración debería abaratar el IVA y los pagos de Seguros Sociales asignados a los espectáculos taurinos que son exagerados. Entre todos habría que ponerse manos a la obra para rebajar su coste y también para promocionar los toros entre los jóvenes. No todo el esfuerzo debe recaer en el empresario", ha manifestado.

En una entrevista concedida a Efe con motivo del vigésimo quinto aniversario de su alternativa -que tomó en la Feria de Valladolid el 17 de septiembre de 1985 de manos de Jose María Manzanares y en presencia de Roberto Domínguez-, de aquella tarde recuerda, por encima de las dos orejas del toro de su doctorado, "el brindis que le hice a mi padre: él tuvo la culpa de que yo fuera torero".

"Fue el día más feliz de mi vida. Me emocioné mucho. Mi padre -Amancio Manrique "El Taca"- era un gran aficionado y tenía una placita de toros en Medina de Rioseco (Valladolid) donde yo entrenaba con becerras", ha añadido antes de comparar las dificultades que tenían los aspirantes de su época con los de ahora.

En la actualidad "no es ni más difícil ni más fácil que antes. Cuando uno se arrima tiene muchas posibilidades de salir adelante. El problema es que ahora no existe esa facilidad para torear por los pueblos sin que te cueste dinero. A mí no me costó ni una peseta", ha precisado.

Jorge Manrique, que pasará a la historia de la tauromaquia como uno de los poco matadores que siempre ejecutó la suerte suprema con la mano zurda, recuerda los constantes murmullos y la extrañeza del público cuando le veían montar la espada con la zurda.

"Y eso que intenté matar con la derecha, pero no pude acostumbrarme nunca como han hecho y hacen otros toreros zurdos, por ejemplo Manuel Jesús "El Cid", que empuñan el estoque con la diestra", ha añadido.

En 1979 mató su primer becerra, en Medina de Rioseco, y ese mismo año debutó sin picadores en Mayorga (Valladolid). En 1981 ganó el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo (Salamanca) y conoció a su primer apoderado, el salmantino Paco Gil, quien lo lanzó al profesionalismo desde la capital charra.

"Es verdad: realmente me hice torero en Salamanca, mi vida profesional prácticamente se ha desarrollado allí y guardo numerosas y muy buenas amistades, entre ellas las de casi todos los ganaderos, que tanto me ayudaron y a quienes agradezco su apoyo", ha evocado Jorge Manrique.

No obstante, ha sido Valladolid la plaza donde logró sus mayores y principales éxitos, donde en la década que media entre 1985 y 1995 se anunció en veintisiete ocasiones y cruzó la puerta grande en ocho ocasiones.

Manrique fue un torero garboso y pinturero, pero dotado de un empaque, profundidad y hondura que no le pasó desapercibido a la afición de Madrid, donde llegó a tener "un cierto cartel", si bien tampoco obtuvo "el triunfo rotundo que necesitaba para dar la vuelta a España", ha reconocido.

En Las Ventas confirmó el doctorado en 1987 ante un astado del Marques de Domecq, y en su arena también sufrió algunas de las cornadas más fuertes que ha padecido a lo largo de su carrera, como la que le infirió un sobrero de Couto de Fornilhos en 1994.

Manolo Vázquez, Antonio Chenel "Antoñete", José María Manzanares -padre-, su gran amigo Julio Robles, Roberto Domínguez y Joselito son algunos de los diestros que los que compartió cartel y que más ha admirado.

En la actualidad, a sus 46 años de edad, Jorge Manrique es el director del Museo del Toro en Valladolid y organiza algunos espectáculos en esa provincia.

"Han pasado veinticinco años pero siempre te sientes torero, por ejemplo cuando me pongo delante de una becerra en el campo o cuando voy a una plaza y me imagino lo que haría delante del toro que estoy viendo", ha concluido.

Mostrar comentarios