José Padilla, productor: "Los nuevos DJ están intoxicando a los chavales"

  • Andrea Rullán.

Andrea Rullán.

Madrid, 1 jul.- El sonido esotérico y espiritual de Ibiza regresa de mano de su padre, el reconocido productor de música ambiental y "chill out" José Padilla, que publica mañana "Binary Sun" interpretado por la "voz pura y adolescente" de Kirsty Keatch.

El género dance nunca ha abandonado la mesa de mezclas de Padilla, pero el músico ha afirmado en una entrevista a Efe que los Dj más reconocidos de la actualidad "son superficiales, plásticos y están intoxicando a los chavales de una forma peligrosa."

Padilla, que ha confesado que la música comercial está fuera de su entendimiento, ha reconocido que, aunque en la actualidad hay una generación de productores bastante buena, también "existe mucha porquería porque cualquiera puede componer."

Ibiza tiene dos caras. Es la noche y el día, la producción electrónica pero también la espiritual. Al "techno" y el "house" se contrapone el sonido limpio del "chill out", entre los que destaca la figura de Padilla (Barcelona, 1955).

"Gracias a Dios aún quedan muchos sitios en los que se puede escuchar música de calidad", ha dicho de modo contundente este genio de la mezcla.

"El amor por la buena música, la búsqueda constante de nuevos estilos" es el motor de este maestro del "downtempo" ibicenco que, con su sonido remasterizado, ha transmitido durante décadas la serenidad del atardecer.

Cada verano, el sol se despide entre las olas bailando las melodías de Padilla. Una experiencia única desde el Café del Mar de Ibiza, lugar al que llegó en 1991 y en el que este maestro ha grabado su nombre.

"Estaba quemado de la noche y acabé en este bar en un momento en el que la música electrónica empezaba a tener auge", ha comentado Padilla, feliz por haber formado parte de esa familia.

Ahora, tras un largo periodo de silencio, el productor regresa con el álbum "Binary Sun" (Warner Music) que le ha reactivado como artista pero también como persona y que saldrá a la venta el 2 de julio.

"He estado durante mucho tiempo sumido en un lapsus y el alcohol me obligó a estar parado hasta que este álbum se cruzó en mi camino", ha confesado el productor.

Acompañado por la voz de la jovencísima Kirsty Keatch, a quien conoció cuando su padre le entregó un disco de la joven escocesa, Padilla ha resurgido de sus cenizas con este trabajó que comenzó como una simple canción: "Dragonflies".

"Encontrar voces blancas buenas es muy complicado", asegura Padilla, que reconoce haberse enamorado de la tesitura de Keatch nada más escucharla y que no podía terminar en aquella única composición.

"Keatch es una compositora por naturaleza" y ha escrito todas las letras del nuevo trabajo discográfico. De este modo, el casi sexagenario productor y la joven adolescente han camino juntos para encontrar la belleza espiritual, con unas letras "esotéricas, muy marcadas por el espíritu de la isla."

"Dragonflies", "Two Hearts" o "Helios", un tema compuesto por remezclas de Joe Claussell, Balam Acab, Bronze Whale y Ioan Gamboa, entre otros, son algunas de las canciones que forman parte del corazón de este nuevo álbum.

Nominado a un Grammy Latino en 2001 por su álbum "Navigator", Padilla es una leyenda de la música ambiental en contacto siempre con "los colores y los olores" del Mediterráneo.

"Soy una base de datos, todo lo que he escuchado en mi vida ha influido en mi música", dice el productor, que recuerda que por su primer trabajo como DJ recibió 300 pesetas.

"Dicen que mi música es muy visual", ha comentado el artista que se atrevió con el cine y compuso la banda sonora de "El sueño de Ibiza" (2002), algo que fluía y fue "como si lo hubiera hecho toda la vida".

Tras un periodo de sequía, Padilla ha regresado para quedarse, ya está trabajando en un otro álbum con colaboraciones de varios cantantes y además, para celebrar que lleva 40 años dedicándose a la música, también publicará una recopilación sus trabajos más reconocidos.

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