Juan Bordes presenta en Ávila una muestra de rostros como "sudarios" de sus ideas

Ávila.- El escultor canario Juan Bordes (Las Palmas de Gran Canaria, 1948) presenta en el Palacio de los Serrano, el Espacio Cultural de Caja de Ávila en la capital abulense, una exposición con cerca de un centenar de rostros que son "sudarios" de sus "ideas a lo largo del tiempo".

"Cara a cara: enfrentamientos", es el título de esta muestra que podrá verse en este centro hasta el próximo 12 de diciembre, teniendo la figura humana como centro "dentro de un realismo con mayor o menor carga de expresionismo", según el responsable de la Obra Social de la entidad de ahorro, Gonzalo Jiménez.

Se trata de unas 90 cabezas distribuidas en ocho series en las que aparecen rostros con distinto estado de ánimo y con un pasado que está escrito en cada cara.

Se trata de que "la exposición impacte y que quede en la retina de los abulenses", que ya tuvieron la oportunidad de presenciar en 2005 otra muestra de Bordes titulada "Corpus meum, in anima tua", cuyo contenido era desgarrador.

En este sentido, Jiménez ha recordado que el escultor canario es "el único artista que expone por segunda vez en este centro", con una obra que constituye una "apuesta por la figura humana, dentro de un realismo con mayor o menor carga de expresionismo".

Asimismo, ha recordado la influencia que algunas de las figuras repartidas en siete salas tienen con los clásicos retratos naturalistas de Grecia y Roma, aunque el objetivo de Juan Bordes es bien distinto al de los artistas de entonces.

El responsable de la Obra Social de Caja de Ávila ha destacado el hecho de que el escultor canario "trabaje directamente la escultura sobre la cera", convirtiéndose en el único artista español o uno de los pocos que utiliza esta técnica.

Así lo ha explicado en rueda de prensa Juan Bordes, que emplea "cera directa y preparada en láminas ni duras ni blandas", con el objetivo de "dar ese gran parecido a la piel" que después se refleja en las esculturas realizadas en bronce, una vez disuelta la cera.

Junto a estos materiales que recrean unos rostros cercanos al realismo, también utiliza un "material termoplástico" con el que resuelve determinados fragmentos del rostro y las ropas que algunos llevan puestas.

"El modelado es muy heterodoxo y no conozco a nadie que lo haga", ha señalado el artista, después de asegurar que los rostros que retrata son "sudarios" de sus "ideas a lo largo del tiempo", a través del "roce" con su piel.

Según ha comentado, "gran parte de la historia" de los personajes que recrea a través de estos rostros, aparece "contada por accidentes en la piel", a partir de las arrugas o heridas.

Bordes ha apuntado que esta exposición puede demostrar su "envidia" por el creador literario, que tiene la capacidad de crear un personaje a través de la escritura, de ahí que su intención con esta muestra sea "crear historias con esos rostros".

Para realizar estos rostros, el escultor tiene la sensación de que su obra "surge casi desde ese diálogo esquizoide", ya que no es él quien "impone" su voluntad, sino que detrás hay "un personaje que desea salir" del molde.

A diferencia de la exposición de hace cinco años, en esta ocasión las piezas son "más modestas" y más intensas, que requieren del espectador un "mayor esfuerzo para detenerse en cada una".