Jugadores de pelota prehispánica reclaman en México respeto a sus costumbres

  • Jugadores de pelota mixteca y tarasca, dos de las modalidades de deporte prehispánico más extendidas en México, reclaman en la capital que se respeten sus costumbres y que les devuelvan el terreno donde han jugado durante los últimos 50 años.

Asela Viar

México, 15 dic.- Jugadores de pelota mixteca y tarasca, dos de las modalidades de deporte prehispánico más extendidas en México, reclaman en la capital que se respeten sus costumbres y que les devuelvan el terreno donde han jugado durante los últimos 50 años.

"Es parte de nuestra tradición cultural, pero además todos los que jugamos lo valoramos como una herencia que viene de hace dos mil años, y por eso lo hemos podido conservar", aseguró en entrevista con Efe Cornelio Pérez, presidente de la Asociación de juego de pelota de hule, una de las variedades de la pelota mixteca.

Como la mayoría de los jugadores, procede de una familia que emigró hace más de cinco décadas al Distrito Federal desde Oaxaca, en el sur del país, una de las cunas de este deporte, y recuerda cómo desde niño acudía con su padre a ver los partidos que se jugaban en un recinto conocido como el "Pasajuego de Balbuena".

Tras ser construido en la década de los 50 por migrantes de Oaxaca y Michoacán, lamenta que a partir de los 80 se empezaron a ver "intentos para que estos campos desaparecieran", pues "con el crecimiento de la ciudad quedaron dentro del centro histórico".

Un año después de que el juego de pelota prehispánico fuese declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México en 2008, el Gobierno capitalino ordenó la recolocación de los jugadores para construir en los antiguos terrenos una estación policiaca de la Secretaría de Seguridad Pública de la capital.

Ante esto, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal dirigió a finales de septiembre de 2009 una recomendación al entonces alcalde de la capital, Marcelo Ebrard, por "violar los derechos a los beneficios de la cultura y los derechos de las personas indígenas".

"Estos juegos desgraciadamente se vuelven como piezas de museo, uno va al Museo de Antropología y hay canchas de juego, pero hay una versión distorsionada, hay una visión de museo de libro", lamentó Pérez, tras criticar que el lugar en el que han sido reubicados no cumple las condiciones necesarias.

"Uno de los puntos que recomendó la Comisión de Derechos Humanos es que se hiciera una consulta, pero lo que hizo el Gobierno fue dar otro espacio sin consultar, entonces el espacio que decidieron ni reúne las condiciones en área, ni en orientación, por lo tanto lo que hacen es erigirse en expertos de ese patrimonio cultural", denunció.

La pelota mixteca, originaria de Oaxaca, se divide en tres modalidades según el material del que esté hecha: la de hule, la de esponja, y la de forro; y se caracteriza por utilizar un guante de grandes dimensiones y peso considerable para golpear la bola.

La pelota tarasca, por su parte, procede de la zona oeste de México formada por Michoacán, Guerrero y Estado de México, y en lugar de jugarse con un guante, se utiliza la mano o un palo.

Pérez precisó que uno de los aspectos "más elementales" de la cancha es la orientación norte-sur, ya que "la pelota va en el aire y es muy pesada", por lo tanto "no se puede practicar de cara al sol porque podría hacer que un jugador se caiga y se lastime".

Frente a las cerca de 350 personas que antes se congregaban cada semana desde hacía décadas, ahora apenas consiguen reunir a unas decenas, pues el resto ya no asiste a los partidos.

Gregorio Ramos, presidente de la Federación mexicana de juegos autóctonos y tradicionales, se muestra escéptico ante las protestas de la Asociación mexicana de jugadores de juegos prehispánicos, pues considera que durante las negociaciones "no se presentaban, rompían las negociaciones y nunca se llegaba a concretar nada".

Niega que las nuevas canchas sean diferentes a las anteriores, pues indica que la secretaría de Gobierno, a través del Instituto de Deporte, se acercó a ellos para preguntarles las medidas y las condiciones necesarias para construirlas según la tradición.

Como Federación, recuerda que propusieron la creación de un complejo para hacer deporte autóctono, pues "no es justo que sólo tengan en cuenta la pelota mixteca y tarasca, cuando no son las únicas que se desarrollan en el Distrito Federal y en el país".

Por el momento, la construcción de ese centro se encuentra en desarrollo, los trabajos continúan, pero el experto asegura que existen algunos problemas de financiación que podrían retrasarlo.

Recuerda que su federación organiza un campeonato regional en Oaxaca de pelota mixteca, que cada verano congrega entre 150 y 200 participantes de las tres modalidades y lamenta que quienes ahora protestan por su nueva colocación no formen parte de la Federación.

"Estos deportes son la génesis de la cultura física nacional, tienen más de 3.500 años de historia y son, por lo tanto, los deportes más longevos de la humanidad. No están en un museo, sino que están vivos y desarrollándose día con día en las comunidades, en las zonas suburbanas", indicó.

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