Kasabian firma el mejor concierto del Low Cost y confirma la apuesta inglesa

  • Javier Herrero.

Javier Herrero.

Benidorm (Alicante), 29 jul.- Si el Low Cost Festival fuese Londres 2012, lo de Reino Unido sería ya de triple oro: primero fue Suede, ayer Placebo y hoy Kasabian. La tríada británica ha firmado una participación sobresaliente, que esta noche ha apuntalado el grupo de Tom Meighan probablemente con el mejor concierto de todos.

Gracias a este festival que hoy ha cerrado sus puertas, Benidorm por fin ha conocido una invasión inglesa que no tiene que ver con "hooligans", pieles requemadas ni con el turismo de pulsera "todo incluido", sino con la calidad musical de unos embajadores de excepción que han convertido esta edición en la más concurrida de su historia.

Tras agotar ayer todas las entradas -veinte mil aproximadamente-, 18.000 personas más según la organización se han apuntado a la última jornada, que ha abrazado diversas modalidades de rock patrio.

El catálogo ha ido de la suavidad del catalán The New Raemon, al zaragozano Bigott, pasando por los valencianos La Habitación Roja -que han acabado lanzando una guitarra por los aires-, el toledano Jero Romero, los divertidos albaceteños Putilatex y los madrileños Vetusta Morla, padrinos morales del festival.

"Es un gusto ver con qué buen gusto ha crecido este festival", ha dicho Pucho, cantante de esta banda que ha actuado en sus tres ediciones y que hoy ha vuelto a suscribir un gran directo, con momentos de intensidad rabiosa, como en "Autocrítica" o "En el río".

"Mapas" y "Boca en la tierra" han abierto el repertorio, en el que no han faltado canciones imprescindibles como "Valiente", "Un día en el mundo" y "Saharabbey Road" y en el que temas relativamente recientes como "Lo que te hace grande", "El hombre del saco" o "Los días raros", tras el rodaje necesario desde su visita del pasado año, se han revelado ya como nuevos clásicos.

Vetusta Morla ha heredado en cualquier caso un público extasiado por sus antecesores en el escenario principal, Kasabian. Los ingleses han ofrecido hora y media larga de un concierto arduo y memorable en el que apenas han despegado el pie del acelerador y que bien podría haber servido para poner música a una película de Guy Ritchie o de Quentin Tarantino.

Ha sido un show marcado por un rock veloz -hasta en las gafas de inspiración motociclista de Meighan- con sus apuntes de distorsión futurista y esas conocidas influencias de Stone Roses y Oasis, que se perciben especialmente en cortes como "Underdog" y su conocido riff de guitarra.

Intenso ha sido el arranque, con "Days Are Forgotten", "Shoot The Runner" y "Velociraptor", y explosivo ha sido el final, con "L.S.F. (Lost Souls Forever)", "Switchblade Smiles", "Vlad The Impaler" y "Fire".

En medio ha habido alguna concesiones a la épica e incluso a su vena sentimental ("Goodbye Kiss") sin perder brío en la tarea, gracias a cortes vivos como "Re-Wired" y "Clubfoot".

Donde Meighan tomaba un respiro, cogía el relevo el guitarrista y compositor Sergio Pizzorno, que se ha marcado un meritorio medley de "Take Aim" y el clásico de The Korgis "Everybody's Got to Learn Sometime", entre otros momentos reseñables.

Perfectamente ensamblados, a máxima potencia y clavando prácticamente el sonido de sus cuatro discos, incluyendo el reciente "Velociraptor!" (2011) han convertido al público en un mar embravecido de brazos en alto y saltos que ni su compatriota William Turner, el pintor de "La tempestad", hubiera representado mejor.

Orgulloso de la gesta, Meighan aún se ha permitido rematar la faena con una interpretación "a capella" del "She Loves You" de The Beatles antes de abandonar el escenario más chulo que un ocho, sabedor de que él y su banda habían escrito una página importante en un Low Cost histórico.

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