Katell Quillévéré profundiza en la vida tras la pérdida en el filme 'Reparar a los vivos'

Según ha señalado Quillévéré en declaraciones a Europa Press, en esta ocasión ha confiado en la obra de otra persona y su intuición le ha llevado a plasmar en la pantalla un relato que sigue la trayectoria de sus anteriores trabajos: "Historias de resiliencia, de personas que siguen viviendo a pesar de una pérdida".

Tras 'Suzanne' (2013), filme en el que narra la historia de una mujer que vive sin su madre y que a su vez tiene un hijo, la directora narra de una manera "más frontal" la "pulsión de la vida frente a la pulsión de la muerte", algo que ha constituido un "desafío desde el punto de vista cinematográfico".

'Reparar a los vivos', premio Cesar a la Mejor adaptación, presenta en escena a Simon, un adolescente que viaja junto a dos amigos a la costa para practicar surf. En el camino de vuelta a casa, los jóvenes sufren un trágico accidente. Mientras la vida de Simon se consume en el hospital, Claire, una mujer de París que padece una enfermedad coronaria, espera el deseado trasplante de corazón que le salvará la vida. En esa situación, el especialista en trasplantes Thomas Remige intentará convencer a los padres del chico de que ese corazón podría seguir viviendo en otro cuerpo.

"Hacer una película sin un personaje principal sitúa la narración al límite entre una cinta coral y una crónica", ha dicho la cineasta, quien ha afrontado "desafíos importantes" para su filmografía, tales como "filmar escenas de surf", rodar en un hospital y mostrar la "anatomía" y las "representaciones del cuerpo".

CORAZÓN: BOMBA Y EMOCIÓN

En una película en la que no hay protagonistas, la atención se centra de manera física y metafórica en el corazón. Según ha explicado, el "centro" de sus "preocupaciones" era mostrarlo con "una representación diferente": desde la parte más "trivial y material", y situar por tanto al espectador "frente a una bomba" o "una pieza de carnicería", hasta "sentir sus dimensiones más emocionales" y algo "especial" que representa la "emotividad".

Para completar la representación de esta órgano también ha construido una trayectoria amorosa que no existe en la novela: la de la persona que hereda un corazón enamorado para ella a su vez "volver a vivir un enamoramiento". En este sentido, ha explicado que la escritora eligió como estructura clara centrarse en el lado del donante, por lo que le costaba comprender la postura que tomó la cineasta.

"Le parecía que suponía banalizar ese equilibrio y simetría, algo que consideraba más académico y menos singular. Sin embargo, en el cine necesitábamos encarnar el personaje de Claire porque en el caso contrario la película iba a resultar insoportable. El cine es una experiencia más violenta que un libro, estamos encerrados en una película en la que nos imponen un ritmo, por lo que era importante desarrollar este personaje y la historia de amor", ha concluido.