Keane: "Sería difícil ser Keane sin sonar épicos"

  • El cuarteto británico Keane reivindica sus raíces y las señas de identidad que les han convertido en "esa banda de rock sin guitarras" en el optimista "Strangeland", un nuevo disco que les ha conectado con su hogar y el sabor clásico de su debut, dejando volar una vez más sus melodías grandilocuentes.

Javier Herrero

Madrid, 18 may.- El cuarteto británico Keane reivindica sus raíces y las señas de identidad que les han convertido en "esa banda de rock sin guitarras" en el optimista "Strangeland", un nuevo disco que les ha conectado con su hogar y el sabor clásico de su debut, dejando volar una vez más sus melodías grandilocuentes.

"Sería difícil ser Keane sin sonar épicos", reconoce entre risas el cantante Tom Chaplin en una entrevista con Efe en Madrid, junto al batería Richard Hughes, tras la publicación de "Strangeland" (Universal), que sucede a "Under The Iron Sea" (2006), "Perfect Simmetry" (2008) y el EP "Night Train" (2010).

Su título hace alusión a ese "aburrido y extraño" pueblo del que proceden y al que regresaron para su elaboración, Battle, en East Sussex, pero también a su carrera y al mundo que nos rodea y que parece "haberse vuelto loco" en los últimos años.

"La música nos llevó a una aventura increíble, pero no es exactamente la que esperábamos. Ha habido cosas buenas y otras malas y esa es la 'tierra extraña'", cuenta Richard, quizás en alusión a momentos difíciles, ya superados, como cuando Chaplin se sometió en 2006 a una terapia de rehabilitación tras confesar sus problemas con las drogas.

"El álbum trata mucho sobre mirar atrás, analizar quiénes somos y de dónde venimos y cómo nuestras experiencias nos han modelado como seres humanos", resume él.

Posee cierto pulso típicamente Keane que lo hermana con "Hopes And Fears" (2003), el disco con el que se dieron a conocer y que incluía éxitos como "Everybody's Changing" o "This Is the Last Time".

Será porque, para su elaboración, se hicieron fuertes en su hogar, "una especie de cuartel", a compartir tardes de charlas y música en sus pubs de siempre, a visionar documentales sobre sus álbumes favoritos, como "The Joshua Tree" de U2, o porque, sobre todo, tuvieron tiempo para "hacer el mejor disco posible".

"Entramos al estudio en enero de 2011 y pasamos cerca de 6 meses simplemente tocando, trabajando las canciones. En ese sentido, ha sido muy parecido al primer álbum, ese que preparas durante años sin presión porque a nadie le importas", cuenta Hughes.

El resultado "es un disco muy positivo, muy esperanzador", en el que se percibe "la diversión" del proceso y que condensa la experiencia acumulada, sin perder su reconocible sonido, con el piano como instrumento principal.

Esa característica, forzada por la marcha del guitarrista Dominic Scott antes de su salto a la fama, no era algo que buscaban, admiten. "Pero nos hemos acostumbrado al sobrenombre", declara Hugues, para quien la etiqueta de "la banda sin guitarras" sigue siendo válida en "Strangeland".

Keane, formado además por el compositor y teclista Tim Rice-Oxley y el recientemente incorporado bajista Jesse Quin, crecieron escuchando a artistas como U2, The Beatles y David Bowie, figuras "con sensibilidad rock, que escribían canciones pop y que conseguían que la gente cantara sola gracias a unos estribillos poderosos".

Ellos tampoco serían quienes son sin esas melodías con "subidas vertiginosas", hechas para adecuarse a la forma de cantar de Chaplin. "Solía escuchar a gente como Queen o Michael Jackson e imaginaba que me convertía en una especie de showman", recuerda él, divertido.

Su regreso incorpora dos atractivos extras para el público español: una, su inclusión en el cartel del BBK Live! de Bilbao, en julio, y, otra, el videoclip de su sencillo "Disconnected", dirigido por el realizador Juan Antonio Bayona, responsable de "El orfanato", una película que los miembros de Keane califican de "brillante" y "espeluznante".

"Descubrimos que era un gran seguidor de la banda después de un concierto y decidimos esperar la ocasión oportuna para trabajar juntos", cuentan sobre el origen de su colaboración, de la que se muestran especialmente orgullosos y que no dudan en calificar de "pieza de arte".

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