Kevin Spacey guarda el Óscar junto a la batidora

  • Avilés (Asturias).- El actor Kevin Spacey ha reconoció hoy, durante una charla con estudiantes asturianos en Avilés, que guarda su Óscar junto a la batidora y que no liga más por ser actor.

Kevin Spacey habla con estudiantes en la Fundación Óscar Niemeyer de Asturias
Kevin Spacey habla con estudiantes en la Fundación Óscar Niemeyer de Asturias

Avilés (Asturias).- El actor Kevin Spacey ha reconoció hoy, durante una charla con estudiantes asturianos en Avilés, que guarda su Óscar junto a la batidora y que no liga más por ser actor.

Spacey compartió escenario con un centenar de estudiantes en el Teatro Palacio Valdés de Avilés, durante un acto en el que se mostró relajado y divertido a la hora de contestar preguntas.

El actor, ganador de dos Óscar -al mejor actor por American Beauty (1999) y al mejor actor de reparto por "Sospechosos habituales" (1995)- todavía no ha realizado su película favorita ni interpretado al personaje de su vida, que espera que "esté por llegar".

Lleva bien la fama y a los seguidores, aunque ha bromeado al asegurar que "las españolas están locas", para añadir que "es fantástico" que te paren admiradores por la calle, aunque no tanto "cuando estás en una discoteca algo borrachillo".

Entre sus actores favoritos, por cierto, ni un solo español, o al menos no los ha nombrado al responder que sí admira mucho sobre todo a Morgan Freeman, al que ha llegado a imitar para el público avilesino, que se lo ha agradecido con una cerrada ovación.

El protagonista de "American Beauty" ha explicado que, al contrario que otros actores, él no utiliza el método, y cuando termina la actuación le gusta "colgar el personaje junto con el vestuario".

En ese sentido, ha bromeado con lo "loco" que sería permanecer demasiado tiempo, por ejemplo, en el papel de asesino en serie que interpretó en "Seven" (1995).

En ese sentido, cree que el actor "debe estar al servicio del texto, del autor", y ha dicho que "es un error muy grave lo que hacen algunos actores jóvenes de preferir cuidarse a sí mismos".

Lo mejor del acto interpretativo no es tanto los aplausos, como "el silencio" que se crea en algunos momentos en los teatros, "que es cuando vemos que el público se convierte en una única persona, eso es lo más importante", ha declarado.

Se ha confesado "muy afortunado" por el éxito obtenido en su profesión, que fue más allá de las expectativas que tenía al comienzo, cuando "soñaba todo el tiempo con ser actor".

Spacey se siente más cómodo en el teatro, "que es más orgánico", que en el cine, porque aporta "más pasión y más energía a la gente".

El actor, invitado por la Fundación Óscar Niemeyer, que gestionará el complejo cultural que se está construyendo junto a la ría de Avilés y que llevará el nombre de este arquitecto brasileño, se ha mostrado también complacido con este proyecto que ha calificado de "idea fantástica", que contribuirá a dinamizar la economía de la ciudad.

"Me encanta el concepto de que un lugar como Avilés, que no es precisamente una gran ciudad, vaya a tener, sin embargo, un centro cultural con teatro, danza y cine, que reunirá a la gente", ha añadido.

Sobre el Niemeyer, cuyas obras ha podido ver desde el coche, ha aclarado que está en negociaciones para formalizar un convenio de colaboración con el teatro Old Vic, de Londres, del que es director artístico.

"Creo que las obras terminan en agosto y me encantará formar parte del Niemeyer", ha declarado el actor, que ha precisado que conoce personalmente al arquitecto brasileño, del que ha dicho que, con 102 años, sigue "dibujando, fumando y bebiendo vino".

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