La argentina Clara Obligado reflexiona sobre el presente en su último libro

  • Mercedes Bermejo.

Mercedes Bermejo.

Madrid, 30 nov.- La escritora argentina Clara Obligado propone en "El libro de los viajes equivocados" una reflexión de la coyuntura actual en contra de modas como la literatura de vampiros que sugieren que el presente "nos da terror" y huimos al pasado.

Alumna de Borges a la vez que profesora de escritores noveles, Obligado afincada en España desde hace más de treinta años, publica su tercer libro de cuentos convencida de que el artista "en estos tiempos tan difíciles no tiene en sus manos el cambio" pero sí puede representar la actualidad.

"El rol de la literatura es hacer reflexionar, ello no quiere decir que la literatura sea filosofía, pero sí crea una serie de imágenes que nos pueden hacer meditar", indica.

"Tanta literatura de vampiros y zombies hace pensar que estamos huyendo hacia el pasado", dice la autora en una entrevista con Efe, en la que aclara que ella propone lo contrario: "Mirar hacia adelante".

Para Obligado "no es lo mismo escribir en tiempos de crisis que en épocas de bonanza", por ello en "El libro de los libros equivocados" (Páginas de Espuma) propone reflexionar sobre Europa, abarcando un periodo de tiempo amplio, desde la Revolución Francesa y hasta nuestros días, para intentar buscar las causas de lo que ocurre en la actualidad.

El texto, que recopila once cuentos, quiere invitar también a emprender un periplo como el que inician cada uno de los protagonistas, porque, considera la escritora, en cuanto humanos llevamos a cabo un viaje desde que "nacemos y hasta que morimos".

Puede ser un viaje amoroso, interior o emigratorio, con características distintas, pero con algo común, "todo periplo nos cambia", asegura la escritora, quien toma como símbolo de ese devenir de la vida la espiral que dibujan las caracolas.

Clara Obligado está avalada por una larga carrera de novelista y ensayista pero se decanta por el cuento como el género "más apetecible", porque, explica, exige "unos lectores más formados, por su proximidad a la poesía, su capacidad de síntesis y sus amplias posibilidades expresivas".

Y a su formación como cuentista contribuyó sin duda ser alumna de uno de los autores de mayor dimensión en este terreno, su compatriota Jorge Luis Borges, quien le transmitió su "fascinación por la literatura y el gusto por la palabra precisa", mientras añade otro de los grandes autores argentinos, Julio Cortázar, le contagió "las ganas de jugar" con las palabras.

Obligado imparte desde hace varias décadas un taller de escritura en el que durante cuatro horas escucha y comenta los textos de sus alumnos de los que a veces, revela, siente "envidia" porque tienen "muy buenas ideas" aunque, asegura, lo que más satisfacción le reporta es "compartir el proceso de creación".

Un proceso en el que, afirma, la técnica "es la base" y se puede enseñar, mientras que no ocurre lo mismo con el talento, que "se tiene o no".

Se atreve a citar nombres como el de Carola Aikin, Paul Viejo o Andrés Neuman entre los nuevos valores del cuento y, aunque le interesa investigar con la prosa, aclara que no se adentrará en el microrelato, que define como "el viaje a la semilla", porque prefiere mantenerse fuera para antologar obras dedicadas a este género como "Por favor, sea breve".

Hija de una saga de literatos, Clara Obligado es la primera mujer de la familia dedicada a la escritura, que define como su "territorio natural", y aunque no diferencia entre literatura para mujeres o para hombres, sí subraya que "ser mujer es diferente de ser hombre".

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