La artista Elena del Rivero equipara arte y cocina en su obra

  • Madrid.- Elena del Rivero es una artista que se considera "hacedora de arte, artesana y buena cocinera" unas cualidades que se reflejan por su uso y mezcla de objetos cotidianos en su exposición "Flying Letters..." (Cartas que vuelan) que se inaugura hoy en la Galería Elvira González (Madrid).

La artista Elena del Rivero equipara arte y cocina en su obra
La artista Elena del Rivero equipara arte y cocina en su obra

Madrid.- Elena del Rivero es una artista que se considera "hacedora de arte, artesana y buena cocinera" unas cualidades que se reflejan por su uso y mezcla de objetos cotidianos en su exposición "Flying Letters..." (Cartas que vuelan) que se inaugura hoy en la Galería Elvira González (Madrid).

La muestra reúne 31 obras como si fueran "comiditas" creadas en 2009 y 2010 con papel, hilo y plumas, principalmente, que continúan el diálogo de "Flying Letters" -sin puntos suspensivos- exhibida en 2010 por el centro La Conservera, en Ceutí (Murcia).

En conversación con Efe, la artista comentó que el punto de partida y el elemento protagonista del trabajo es la pluma de ave.

Todo comenzó un día de 2009, Elena del Rivero se encontraba leyendo en un parque próximo a su casa en Nueva York cuando una pluma sobrevolando cayó en su libro entreabierto y se la quedó.

Esa pluma originó la chispa de su interés por las plumas de aves, su carteo con seres queridos en torno a las plumas y la presente exposición que permanecerá en Madrid abierta hasta el 30 de abril de 2011.

"La pluma -señaló- es la que teje-escribe sus cartas" en "Flying Letters..." donde la artista juega con naturalidad con el significado de cartearse, es decir, de mantener una correspondencia con el otro, las plumas como elemento de escritura y de vuelo y el hilo que teje y escribe en calidad de estilográfica sobre el papel.

Elementos diarios: la carta y la pluma de ave, porque Del Rivero está interesa en que "a través de algo cotidiano, que surge del azar, poder elaborar otros conceptos y crear nudos de relaciones y conexiones con otras cosas de la vida".

Pero no sólo eso: "la intención es llegar a todo el mundo" tratando en su obra "las grandes constantes del ser humano: de nacer y morir", matizó la artista que vive en Nueva York desde 1991.

Escribir y tejer están al mismo nivel en la obra de Elena del Rivero (Valencia, 1949) quien confesó que la escritura y el dibujo la lleva a cabo con la costura.

De manera que usa el carboncillo, el lápiz y la tinta pero el hilo tiene un gran poder en su obra.

El principal soporte es el papel de ábaca que fabrica a mano Dieu Donné Papermill, de Nueva York, y después el papel de gampi o lino. Todos ellos son "de alta calidad, muy resistentes y delicados, y se parecen al pergamino", comentó.

La superficie del papel es trabajada por la artista con láminas de oro y, por supuesto, cosidas con bordados que se inspiran en manuscritos del siglo XII.

La costura es una técnica intrínseca a la obra de la artista que juega con "la connotación de que algunos de estos dibujos están cosidos, remendados, unidos" por hilos blancos o negros.

"Esos papeles son como la piel y esa piel siempre está herida", por lo que los remiendos en la obra son connaturales ya que la vida está llena de remiendos vitales, argulló.

El acto creativo llega en el proceso porque piensa con las manos y las manos le producen pensamiento, le permiten pensar y centrarse mientras remienda esas finas hojas de papel, relató.

Ese juego de elementos sutiles conlleva que "Flying Letters..." sea una obra para ser contemplada por un espectador que no tiene porqué ser experto y permanezca abierto ante la obra para sentirla a su nivel, sin forzar la situación.

La meta es que "alguien se pare" ante la obra como afirmó que le pasa a ella cuando ve las obras de pintores como Rembrandt, Velázquez, Goya y Caspar Friedrich.

De ahí que reivindique "el acto estético a través de la retina", es decir, el acto de observar, ver y contemplar una obra de arte fiándose de sus emociones, de si le gusta o no.

Una lectura del arte que "ahora no está de moda porque en el arte conceptual hay que leer", comentó.

Belén Palanco

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