La bravísima Caballé recibe en Madrid el emocionado homenaje del Real

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 9 dic.- Dueña de un fiato sin igual; exhumadora del repertorio y reina del bel canto, "la Caballé", la "bravísima diva", ha recibido esta noche en Madrid el emocionante y emocionado homenaje del Real, que ha satisfecho una deuda con ella aunque ella, aún "pachucha", sea poco partidaria de esos reconocimientos.

"No soy amiga de grandes homenajes. Pertenecen a una época a la que yo no pertenezco. En la vida se trata de hacer bien el trabajo y sorprende que te quieran homenajear por eso. Es una forma de afecto y cariño pero quien se lo merece son los compositores", ha dicho la artista a Efe poco antes de asistir, sentada en el palco 7, al concierto.

Desde su asiento ha escuchado cómo seis sopranos, entre ellas su hija, Montserrat Martí, interpretaba las piezas con las que ella consiguió sus grandes éxitos en Madrid, y ha recogido las cerradas ovaciones con las que el publico la ha recibido y la ha despedido.

Montserrat Caballé ha agradecido en declaraciones a Efe a todos "los amigos" que le han montado "la fiesta" su atención, especialmente a Joan Matabosch, intendente del Real, y a José Antonio Campos, que la llevó "infinidad" de veces a actuar a Madrid.

Pero por encima de todos ha querido destacar a su hermano Carlos, sin el que no habría hecho la "carrera" que la ha convertido en una figura reconocida en todo e mundo

"Su guía ha sido la verdadera lección que he recibido en la música. Hace 60 años me dijo que yo sería el barco y él el capitán y que me llevaría a los mejores puertos y no me dejaría ir a otros. A veces peligrábamos juntos por mi tozudez, pero aquí estamos", ha rememorado vestida de negro y con un pañuelo en tonos rojos y fiel a su característico peinado.

Asegura que "empieza a estar mejor de salud" aunque sigue mal de movilidad: "en dos años he tenido dos operaciones muy delicadas y me han dejado 'pachucha' pero me estoy reponiendo. Esta noche no cantaré nada, aún me falta un mes o así para eso", ha añadido riéndose.

Matabosch ha explicado en declaraciones a Efe que el Real ha tenido una relación "extraña" con la soprano derivada de que solo los últimos quince años ha sido teatro de ópera y que en ese tiempo no la ha tenido en su escenario más que "un par de veces".

"Es una de las artistas líricas más importantes de la historia, una de las grandes más grandes por su voz, su técnica, sensibilidad y fiato alucinante y porque nunca se ha conformado con lo convencional sino que quiso recuperar piezas que habían caído en el olvido", ha afirmado Matabosch, que ha destacado también la "espectacular" versatilidad de su repertorio.

A Emilio Sagi, director de la gala y colaborador suyo desde que él era "muy jovencito", le gustan de ella sus "interminables fiatos -dosificación del aire al cantar-, sus pianos impactantes y capacidad de hacer un repertorio dramático con una gran personalidad".

Para el homenaje, con la orquesta del Real, dirigida por Álvaro Albiach y José Miguel Pérez-Sierra, ha querido recuperar piezas de Donizetti a Charpentier, pasando por Verdi, Puccini, Bellini, Strauss y Wagner, interpretadas por Martí, Irina Churilova, Jessica Nuccio, Ángeles Blancas, Ann Petersen y Mariella Devia.

El recital ha comenzado tras escuchar en una grabación cantando a Caballé "Sposa son disprezzata" del "Bajazet" de Vivaldi, grabada en el 79 en el Real, mientras se proyectaban en una gran pantalla imágenes de su vida, momento en el que el teatro entero se ha puesto en pie para aplaudir a la artista.

Devia, la más parecida en voz, expresividad y fiato a la homenajeada, abrió el concierto con "Piangete voi...Al dolce guidami", de "Anna Bolena", de Donizetti,

A continuación, Nuccio ha interpretado "E strano, e strano", de "La Traviata"; Churilova, "Pace, pace, mio Dio", de "La forza del destino", de Verdi; Martí, "Depuis le jour", de "Louise", de Charpentier; Blancas, "Es ist kein Laut...", de "Salomé", de Strauss, y Petersen "Mild und leise...", de "Tristan und Isolda", de Wagner.

La segunda parte se ha abierto también con una grabación de la barcelonesa cantando en el Real, en esta ocasión la pieza de Granados "Elegía eterna", en 1979, y las felicitaciones grabadas para la ocasión por Plácido Domingo, Rennée Fleming y José Carreras.

Martí ha cantado "O mio babbino caro", de "Gianni Schichi", de Puccini; Churilova "Un bel di vedremo", de "Madama Butterfly", también de Puccini; Nuccio, "Addio del passato", de "La Traviata", y Devia con "Oh, s'io potessi dissipar la nubi...", de "Il protto", de Bellini.

Montserrat Caballé, que debutó en Madrid el 4 de mayo de 1967 con "La Traviata", "ha cerrado" la gala cantando desde un vídeo que el Real "atesora""Casta Diva", la pieza, según Sagi, que ha cantado "como nadie", y luego ha aparecido en el escenario para agradecer al teatro, la orquesta, los artistas y Matabosch su "gentileza" con "el alma".

"Les prometo que cuando pueda volver a caminar normal volveré a esta casa a cantar las piezas que quieran oír, siempre que pueda cantarlas, porque claro tengo 81 años y hay cosas que no me quedan bien", ha bromeado ante las risas del público.EFE

cb/gcf

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