La colonial Mompox se abre al mundo con su segundo Festival de Jazz

Alejandro Rincón Moreno

Mompox (Colombia), 4 oct.- El Festival de Jazz de Mompox, ciudad colonial del norte de Colombia, comenzó hoy su segunda edición con una cadena de presentaciones ambulantes por las principales calles de esta isla enclavada en el río Magdalena y la participación de más de 15 artistas locales e internacionales.

El festival que nació en 2012 con el objetivo de impulsar en la región una nueva "alternativa trascendente de turismo", como puede leerse en los volantes y pancartas que adornan el municipio, es una fiesta relámpago que concluirá este sábado.

"Queremos que Mompox deje de ser una experiencia turística emocional y pase a ser una realidad. El jazz es el ritmo adecuado para proyectar nuestro talento al resto del mundo y a eso le estamos apostando", explicó a Efe Juan Carlos Gossaín, gobernador del departamento de Bolívar, al que pertenece esta localidad, y organizador del evento.

La Banda Sinfónica Unibac, los cubanos Alfredo Rodríguez y Alfredo de la Fe y los colombianos Óscar Acevedo, Maía, Tico Arnedo, Jerau, además de Monsieur Periné, fueron los encargados de iniciar la fiesta del Jazz en Mompox, una región donde lo común son los ritmos tropicales como la salsa y el vallenato.

El cuarteto La Big Band de la Universidad de Tennessee (EE.UU.), el nominado al Latin Grammy Manuel Salcedo y la agrupación Choquibtown se unieron a la nómina en el "Gran Concierto de Inauguración" en la Plaza Santa Bárbara, icono de la construcción colonial hispánica en Colombia, que recibió "unas 3.000 personas", según cálculos de los organizadores.

Asimismo, y a pesar de la lluvia en la zona, que retrasó la llegada de algunos visitantes, una decena de músicos de todas partes de Colombia llenó desde temprano los principales rincones de la población, declarada en 1995 Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Desde el Ferry local, hasta los pequeños cafés y bares momposinos, se contagiaron del "Street Jazz", una nueva iniciativa incluida en esta versión y que pretende, según Gossaín, "llevar a la música más allá de las tarimas".

"Los escenarios de esta fiesta no solo son las plazas abiertas de la población, sino que nos tomaremos cada rincón de Mompox", dijo a Efe Margarita Díaz, coordinadora del festival, que cuenta con el apoyo de la embajada de Estados Unidos en Colombia y de empresas privadas.

Dentro de las actividades programadas para la segunda jornada, destacan los conciertos del grupo colombiano Legatto, que se presentará en la Iglesia Santo Domingo, la Coral Societa en la Iglesia San Francisco y el Gospel Festival de la Banda Sinfónica Unibac en la Iglesia de San Agustín, así como los encuentros de improvisación callejeros.

En este Festival también hay lugar para la danza contemporánea y el teatro, la literatura y el debate con una serie de actividades académicas que discutirán la situación actual del género musical nacido a orillas de otro gran río, el Misisipi en Estados Unidos, y afianzado por los esclavos negros en el resto del mundo.

Precisamente, esta particularidad "ha hecho que la manera de ver la música en Mompox nos lleve a una misma raíz: lo afro", recordó el gobernador, quien se declaró "satisfecho por la respuesta de los visitantes y de la herencia" de la población colombiana.

Según los primeros reportes de la Alcaldía de Santa Cruz de Mompox, la ocupación hotelera alcanzó en su primera noche el 100 %, en 420 camas ofrecidas y 60 viviendas familiares que prestaron su servicio para albergar a los visitantes.

Mompox, ubicada a 248 kilómetros de Cartagena de Indias, es reconocida además por sus construcciones coloniales y porque algunos de sus templos religiosos son lugares de peregrinación para muchos colombianos, pero también por sus joyas en filigrana y otras artesanías.