La emoción no se entrena, "se vive", dice la bailaora Sònia Sánchez

  • La bailadora española Sònia Sánchez impartió una clase magistral a estudiantes de flamenco en Ciudad de México en la que señaló que la emoción no se entrena sino que "se vive", si bien para mejorar es necesario trabajar cada día, informó hoy el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

México, 22 mar.- La bailadora española Sònia Sánchez impartió una clase magistral a estudiantes de flamenco en Ciudad de México en la que señaló que la emoción no se entrena sino que "se vive", si bien para mejorar es necesario trabajar cada día, informó hoy el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

"El baile no es sólo movimiento; es cómo dirijo mi cuerpo desde mi mente. Mi objetivo hoy es que todos se lleven alguna herramienta a casa para poder trabajar", dijo la artista con 33 años de experiencia dentro de las actividades del XXX Festival México Centro Histórico (FMCH).

Sánchez, quien participó en el Festival con la presentación de su obra dancística "Le ça", impartió la clase a estudiantes y público en general con la idea de que fuera un acercamiento al flamenco a partir de un trabajo sobre la conciencia, la alineación y el equilibrio.

"Todos somos maestros, podemos saber métodos de otras personas y compartirlos, lo más importante es ser generosos no sólo con nosotros sino con el espacio y las personas que nos rodean", destacó durante su exposición en el Centro Cultural de España en México.

Después de una presentación de cada uno de los asistentes, bailarines y observadores, quienes en su mayoría expresaron su interés en conocer más del flamenco, la bailaora advirtió que la emoción y el sentimiento no se pueden entrenar.

"La emoción se lleva, se vive, pero para llegar a las formas, a las conclusiones, se debe trabajar cada día, convertirse en la cotidianeidad algo que uno hace como comer y caminar", expresó.

En la sesión, que incluyó ejercicios para entender y disfrutar del cuerpo, el espacio y la música desde la creación y la improvisación, la artista refirió que también ha trabajado la danza butoh (de la oscuridad), pero aseguró que su trabajo creativo no consiste en hacer fusiones sino en desarrollar su propio flamenco, algo que necesita para entrenarse física y mentalmente.

La discípula de Antonio Canales y Cristina Hoyos afirmó que el cuerpo es la herramienta del ser humano para vivir, sentir, experimentar lo que sucede a nuestro alrededor, y que el ritmo se entrena, pues todas las personas nacen arrítmicas.

"Quiero que nos divirtamos. Los que vinieron a observar tienen la total libertad y oportunidad de que en el momento en que quieran participar lo hagan. Cuando comentan algún error sonrían siempre, pues si te das cuenta del error lo corriges; de lo contrario no existe la posibilidad de mejorar", aconsejó.

El trabajo de Sònia Sánchez está completamente orientado al flamenco, que empezó a practicar desde su niñez. En 2002 comenzó una nueva fase de investigación: el flamenco como lenguaje corporal en toda su esencia.

La artista, quien se describe como bailaora moderna de las de antes, quien investiga y experimenta sin descanso en su baile, se acercó a la danza contemporánea butoh de origen japonés, particularmente en el Body Weather de la mano de Andrés Corchero e Hisako Horikawa.

El FMCH fue inaugurado el 12 de marzo con un concierto de gala a cargo del virtuoso pianista georgiano Alexander Toradze en el Palacio de Bellas Artes acompañado de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Carlos Miguel Prieto.

El Festival, que se celebró por primera vez en 1985 y que en esta edición concluirá el 23 de marzo, es organizado por una asociación civil y recibe apoyo de diversas empresas privadas e instituciones locales e internacionales, entre ellas el Centro de Cultura de España.

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