La escritora Anna Gavalda cree que los europeos pueden construir otra Europa

Bilbao, 6 jun.- La escritora francesa Anna Gavalda ha mostrado hoy en Bilbao su convencimiento de, pese a la situación difícil que atraviesa Europa por la crisis económica, ésta tiene solución y que los europeos pueden "construir y ayudar a crear" otro continente diferente.

Gavalda (París, 1970) ha viajado hoy a Bilbao a recoger el premio Pluma de Plata que le ha otorgado la Asociación de Libreros de Bizkaia en reconocimiento a su trayectoria literaria, que comenzó con la colección de cuentos "Quisiera que alguien me esperara en algún lugar", editada en 1999.

Autora de novelas de éxito como "La amaba", "Juntos, nada más", "El consuelo", "La sal de la vida" y "Billie", su última obra editada en castellano (en Francia ya tiene publicada una más), ha opinado que encontrar soluciones a los problemas "es una cuestión de coraje, de valor, es una elección personal de cada uno".

Ha puesto como ejemplo de ello a los personajes de sus novelas, como los de "Billie": Frank, un muchacho homosexual incomprendido por su familia, y Billie una chica criada en una caravana con un padre alcoholizado y una madrastra desdeñosa, que encuentran el valor para enfrentarse con una vida que les condenaba a un destino de drogas, prostitución y soledad.

"Yo creo que ahora, en Europa, la solución para nada está en manos de los políticos, ni del sistema político", ha mantenido.

"Creo que lo que funcionaba hace 70 años ahora no funciona y creo que mucha gente de 25 años con los que he hablado se mueve en función de sus deseos personales y de su propia energía y no está esperando a que el Estado les ayude", ha agregado.

Cuestionada por cómo ve a la juventud del siglo XXI sobre la que escribe en sus novelas, Gavalda ha apuntado que los jóvenes que han llegado a los 25 años en países como España, Francia o Italia, el único discurso que vienen escuchando es que "el planeta se muere por la culpa de sus padres, que hay crisis, que no va a haber trabajo para ellos, que no van a encontrar un sitio donde vivir".

Sin embargo, ha añadido, en sus novelas siempre deja patente que sus protagonistas "toman la decisión de construirse una vida diferente".

También se ha mostrado crítica con el gasto que conllevan los numerosos actos conmemorativos del desembarco de los aliados en Francia en la II Guerra Mundial y del inicio de la I Guerra Mundial, que esta semana se celebran en su país.

"No puedo evitar pensar qué manera de malgastar el dinero, en lugar de invertirlo en la gente joven de 25 años, pero nadie me escucha", ha lamentado.

La novelista francesa, una de las más reconocidas del momento, con más de diez millones de copias de sus obras vendidas en todo el mundo y traducida a casi una veintena de idiomas, ha opinado también que "quizás porque mis libros se venden muy bien y porque soy rubia, mi imagen hace que mis novelas parezcan inofensivas y meramente entretenidas".

"Pero yo creo que, a mi manera y en mi nivel, soy una disidente", ha concluido.