La Harmonia acoge una exposición de cuadros creados por Joan Ponç mientras esperaba al médico

L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).- El nuevo espacio de arte la Harmonia de L'Hospitalet acoge hasta el 27 de febrero la exposición "Joan Ponç. Capses secretes" (Cajas secretas), una singular muestra formada por 123 obras que el artista creó mientras esperaba ser atendido por los médicos en los hospitales.

Ponç pintó esta acuarelas y dibujos entre 1975 y 1980 mientras aguardaba su turno en los hospitales a los que acudió para que "le tratarán los problemas que tenía en la vista a causa de la diabetes que sufría", según ha explicado a EFE Silvia Muñoz, comisaria de esta exposición que ha sido organizada por la Asociación Joan Ponç y la Diputación de Barcelona.

Durante esa época el artista creó 424 piezas de las que se ha hecho una selección de 123 que ahora se exponen en L'Hospitalet y que a partir del próximo año se podrán ver en diversos museos de la provincia de Barcelona.

Las acuarelas y dibujos se han estructurado en nueve espacios que recogen los momentos más optimistas del tratamiento médico, que se reflejan en el espacio titulado "Celestial" o "Éxtasis", hasta los más pesimistas, como "Degenerados" o "Degollados".

Cada serie va acompañada de un texto que el propio artista pidió a diferentes escritores con motivo de la exposición que hizo en 1983, un año antes de su muerte.

La exposición se completa con otros materiales como documentos, revistas, libros o catálogos de la época y con dos audiovisuales que presentan diversas entrevistas realizadas al artista.

Ponç estaba vinculado al grupo "Dau al Set", del que formaban parte, por ejemplo, Joan Brossa y otros artistas del postfranquismo. La comisaria de la exposición ha recordado que "la estética de Ponç está muy ligada a la época de esta revista, pero él no hace un cambio importante como por ejemplo hicieron Antoni Tàpies o Modest Cuixart".

Según Sílvia Muñoz, el artista está muy influenciado por "el surrealismo pero también por la novela 'La Metamorfosis' de Kafka, pero también por el tema de la magia, de lo oculto, de lo que no se puede ver pero está".

La obra de Ponç, según la comisaria de la muestra, no es abstracta pero si misteriosa. "Lo que pinta lo reconocemos pero es difícil de ubicar. Está muy relacionado con el mundo de los sueños, con la parte oscura, tenebrosa. El artista no se siente bien en el mundo en el que vive de manera que crea otro en el que la frontera entre la realidad y la ficción es frágil y difícil de reconocer".

Según la comisaria de la muestra, las obras de esta exposición "son el resultado de una época en la que el artista sufría y estaba angustiado porque estaba a punto de perder la vista, que era su herramienta para poder continuar creando".

El resultado es una obra llena de tristeza, miedo, dramatismo combinados con otros elementos donde queda patente el optimismo que siente ante la evolución de su enfermedad. "En función de las novedades sobre su enfermedad vemos una variación en la obra y las características de las piezas", ha dicho Muñoz.

"El artista pierde vista - ha precisado Muñoz- pero pretende ser muy detallista, tiene miedo de luchar contra lo que le está pasando, de esta manera transmite una obra llena de intensidad".