"La hija del Nilo": el destino y los peligros que unieron a César y Cleopatra

  • Almudena González.

Almudena González.

Madrid, 30 may.- Mucho se ha escrito sobre Cleopatra y Julio César, pero el novelista Javier Negrete no se arredra y cuenta en "La hija del Nilo" los avatares que hacen posible su encuentro en un mundo sofisticado y peligroso, del que detalla hasta el olor a cuero y sudor de la guerra y el ritual depilatorio de las princesas.

"La hija del Nilo" (Espasa) arranca en el año 48 a.C. y va desarrollando el acercamiento de los dos personajes en una narración de ritmo cinematográfico, que salta de un escenario a otro, hasta que en la majestuosa Alejandría, cuna de una floreciente revolución científica, sellan su relación Cleopatra y Julio César.

"A los novelistas nos encanta usar los huecos de la Historia", reconoce, en una entrevista con Efe, Javier Negrete (Madrid 1964), quien opta por contar esta fascinante historia desde el principio, sin renunciar a continuar el relato en un futuro.

El escritor recrea momentos imaginarios y también construye, en las cien primeras páginas de las más de 500 que ha escrito, los comienzos de la vida de la que sería reina de Egipto, un periodo que apenas se conoce.

Ahí, plasma las bases del carácter de "su Cleopatra", una mujer seductora, pero a través de la inteligencia y el arte de la conversación, alejada de los estereotipos cinematográficos de reina pérfida y solo preocupada por la belleza.

A su juicio, "las fuentes históricas -como Plutarco- son hostiles a Cleopatra", no solo por cierto rechazo de la época a las mujeres gobernantas, sino porque "son romanas" y ella tomó parte por Marco Antonio, que fue derrotado por Octavio.

Extraordinariamente culta, hablaba media docena de idiomas y estudió ciencias, además de recuperar el espíritu mecenas de los primeros Ptolomeos, una familia acostumbrada al incesto y el asesinato. Reinó en un momento difícil, en un mundo peligroso, recuerda Negrete.

Sobre Julio César, siente gran atracción desde que en su infancia leía y releía una biografía de la biblioteca familiar de sus abuelos, y también, por su "rostro carismático", señala Negrete al referirse a la profusión de estatuas del emperador, al tiempo que subraya que era un gran escritor de quien ha leído sus textos en latín para construir esta novela.

Javier Negrete, licenciado en Filología Clásica y profesor de griego, es un apasionado del mundo clásico que no ha dudado en revisitar novelas, bibliografía científica (citada en las notas del libro), películas e, incluso, colocarse una cota de malla de los soldados romanos para experimentar esa sensación de ser imbatible.

La recreación ha sido realizada con la asociación Hispania Romana y que puede verse en youtube.

Se trata de "viajar en el tiempo para documentarse" con el fin de crear un "espacio sensorial, en 3D", que lleve al lector a los olores, los colores y el esplendor de una época en la que se produjo una revolución científica, que Negrete defiende y admira.

"Quizá, esta revolución no llegó a buen término porque faltó un soporte económico. Nuestra crisis de ahora puede tener algo que ver con esto", concluye.

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