La industria musical española reclama a la CE un IVA cultural único reducido

Madrid, 30 may.- Novecientas empresas vinculadas con todos los estratos de la música en España han reclamado conjuntamente a la Comisión Europea la creación de un IVA reducido para "todos los bienes y servicios culturales", con independencia de que sea un libro o un disco y que su soporte sea físico o digital.

"¿Por qué una partitura de una canción es elegible para un tipo de IVA reducido y la grabación de esa misma música no lo es?", se preguntan asociaciones como la Unión Fonográfica Independiente (UFI) en una carta abierta, dirigida hoy a los medios de comunicación.

Junto a esta organización, "responsable del 80 por ciento de las novedades musicales anuales en España", firman el documento, entre otros, la Asociación de Promotores Musicales de España (APM), Promusicae (Productores de Música en España), ACCES (Asociación estatal de salas de música en directo) y AEDEM (Asociación de Editores de Música).

Se quejan de la desigualdad con la que la legislación española grava los productos culturales, según su naturaleza y también su soporte: un 4 por ciento de IVA -el mínimo- en el caso de los libros impresos y un 21 -el máximo- en el caso de los conciertos y de los libros electrónicos o de los mp3.

En su reclamación, se atienen a que la CE ya estableció que "los mismos bienes y servicios deberían estar sujetos al mismo tipo de IVA, y en este contexto es preciso tener presentes los avances tecnológicos, de tal forma que se aborde el problema de la convergencia entre el entorno digital y el físico".

Tras achacar a las subidas unilaterales de este impuesto por parte de cada gobierno nacional el cierre de empresas y la consiguiente destrucción de empleo, reclaman a la CE la creación de "un IVA cultural en la nueva Ley del IVA, con un tipo reducido preceptivo y armonizado para todos los Estados miembros".

En su opinión, de esta forma se "facilitaría el acceso a la cultura por parte de los ciudadanos, fomentaría la diversidad cultural, estimularía el empleo y el crecimiento de las industrias culturales, aliviaría las cargas burocráticas de las pymes, reduciría el impacto de la piratería, y haría a nuestro mercado digital más competitivo internacionalmente".