La mujer española, protagonista de un siglo

  • Desde 1911 en que se declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, las mujeres han sido protagonistas de un siglo cuya historia queda reflejada en la exposición "100 años en femenino", inaugurada hoy en Madrid en el Conde Duque.

Mila Trenas

Madrid, 8 mar.- Desde 1911 en que se declaró el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, las mujeres han sido protagonistas de un siglo cuya historia queda reflejada en la exposición "100 años en femenino", inaugurada hoy en Madrid en el Conde Duque.

Alrededor de 200 piezas, entre documentales, fotografías, cortes radiofónicos, música, carteles, prensa, publicaciones, objetos cotidianos, moda y obras de arte, forman parte de un relato que recorre los caminos emprendidos por las mujeres españolas durante el siglo XX.

Pero esta historia tiene unos antecedentes que se remontan al siglo XVIII y que las comisarias Oliva María Rubio e Isabel Tejeda han recogido en una pequeña introducción a la muestra "que quedaría coja -subrayan- si empezáramos en 1911".

Con una clara vocación didáctica en la que se ha tratado de explicar a través de diferentes medios lo que han configurado los papeles de la mujer a lo largo de la historia, la exposición refleja como la lucha por los derechos de las mujeres se plantea en avances y retrocesos.

"Lo que hemos conseguido puede volverse atrás. Hacemos un llamamiento a las mujeres para que no se queden de brazos cruzados", ha afirmado Rubio.

El recorrido no incluye solo los objetos típicos de una exposición pues "no se trata de una exposición de arte, aunque haya obras de arte", ha añadido.

Ejemplo de estas son las pinturas de Maruja Mallo, José María López Mezquita, José Gutiérrez Solana o María Blanchard; los dibujos de Delhy Tejero; las numerosas fotografías procedentes del archivo de la Agencia Efe o las imágenes de José Ortiz Echagüe, Cristina García Rodero y Esther Ferrer.

Desde la moda hasta el maquillaje, los objetos de cocina, los modelos de mujer se han configurado a través de estas formas. "Las transformaciones de los roles van cambiando el imaginario; todo tuvo que cambiar porque las mujeres cambiaron", ha destacado la comisaria.

Piezas que reflejan la lucha, con respuestas violentas, por conseguir el sufragio y la llegada del telégrafo y de las máquinas de escribir, que abrieron caminos importantes en el campo laboral a las mujeres, son temas una historia, la de las mujeres españolas, que se ha desarrollado en lugares de decisión política, pero también en las cocinas, en los campos o en las calles, según las comisarias.

La vida cotidiana cobra una especial importancia en la historia de las mujeres "relegadas al ámbito de la esfera privada. Por ello, durante el siglo XX se produjo lentamente pero sin pausa una recuperación de la esfera pública que, sin duda, es uno de los temas protagonistas de este proyecto", escribe en el catálogo Oliva María Rubio.

Cuatro grandes apartados van recorriendo los momentos clave del siglo pasado y los ámbitos, tanto públicos como privados, en los que se ha llevado a cabo la lucha por los derechos de las mujeres, sus protagonistas, arquetipos e iconografía.

Tras una pequeña introducción, la exposición se detiene en la década de los años 20 y la época de la II República, años de una incipiente normalización de las mujeres en la vida pública. Fue durante la II República cuando se aprobó, por primera vez, el sufragio universal en España.

El tercer ámbito refleja el papel de las mujeres en la Guerra Civil, así como la vuelta al orden patriarcal que supuso la dictadura franquista, que tuvo en la Sección Femenina de la Falange su instrumento. Los medios de comunicación actuaron también como propaganda de las políticas de natalidad, la educación o el trabajo de las mujeres.

"La democracia: integración en la vida pública" muestra cómo la llegada de la democracia supuso la legalización de situaciones y comportamientos y la puesta en marcha de normativas reivindicadas durante años. La película "Cómo ser mujer y no morir en el intento", dirigida por Ana Belén y protagonizada por Carmen Maura, pone fin a un relato que aún continúa.

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