La Noche en Blanco parisina se ilumina con el cubano González-Torres

  • Tres obras del cubano Félix González-Torres llenaron hoy París de luz y espiritualidad en la Noche en Blanco, que celebra su duodécima edición en la capital francesa con montajes espectaculares que tomaron la ciudad.

Elvira Martínez

París, 5 oct.- Tres obras del cubano Félix González-Torres llenaron hoy París de luz y espiritualidad en la Noche en Blanco, que celebra su duodécima edición en la capital francesa con montajes espectaculares que tomaron la ciudad.

Dos guirnaldas luminosas de este artista cubano contemporáneo descansaban en la iglesia de San Eustaquio, un bello santuario del centro de la ciudad cuya espiritualidad se vio aumentada por estas luces de González-Torres (1957-1996), mientras que a menos de diez minutos a pie se encontraba una tercera, en la alcaldía del cuarto distrito.

Tras el altar mayor de San Eustaquio, escondida, al abrigo de las capillas, se pudo ver "Untitled" (Last Light), un pequeño conjunto de bombillas hilvanadas por el cubano que dan aquí una impresión de recogimiento en las antípodas de la magnitud de la otra guirnalda de la iglesia.

En la nave principal del templo se situó "Untitled" (North), una instalación mucho mayor y en palabras de la directora artística de esta edición, Chiara Parisi, "majestuosa, fuerte e intensa". Podría tener otras posiciones pero se ha colocado verticalmente "para dar mayor espiritualidad aún al lugar", aclaró a Efe Parisi.

Esta es una de las citas principales de la Noche en Blanco que París celebra hoy por duodécima vez con más de un centenar de eventos repartidos por toda la ciudad de siete de la tarde a siete de la madrugada.

Según Parisi, lo que tiene de particular esta edición es "la elección de grandes espacios para espectáculos efímeros que tienen lugar en apenas unos minutos", como el excéntrico concierto desde helicópteros ideado por el compositor alemán Karlheinz Stockhausen (1928-2007).

Para ello se ha trasladado a París el Elysian Quartet, un grupo británico especializado en música contemporánea y experimental que ya tocó hace un año esta particular pieza de Stockhausen interpretada tan sólo cinco veces en todo el mundo.

Cada uno de los componentes del cuarteto tenía previsto sobrevolar el Sena en un helicóptero tocando su instrumento mientras sus sonidos se reunían mediante sintetizadores y grabados, pues aunque en directo, al final del concierto el plan fue reproducirse durante toda la noche tanto sonora como visualmente en cuatro pantallas gigantes.

La londinense Laura Moody, violonchelista del grupo, dijo sentirse "muy afortunada" de poder volver a tocar esta pieza "porque es algo que normalmente sólo pasa una vez en la vida".

Esta músico británica aclara sonriente que pese a "las limitaciones de movimiento y las extrañas posiciones" que deben adoptar, "el movimiento y la vibración del helicóptero son parte muy importante de la música", la cual imita de algún modo el sonido del aparato.

Otra de las citas ineludibles de la noche y según Parisi "una de las más impresionantes" es el espectáculo pirotécnico del chino Cai Guo-Qiang (1957) destinado a iluminar entre la medianoche y las dos de la madrugada con fuegos artificiales el Sena contando una historia sentimental al son de la música de su compatriota Tan Dun.

El británico Hassan Khan (1975) ha invadido el parque de Belleville (este de París) con una plataforma luminosa ligada a creaciones sonoras que se van descubriendo poco a poco, mientras que el japonés Fujiko Nakaya (1933) ha tomado la céntrica plaza de la République con su instalación "Fog square" constituida por esculturas de bruma que caen en cascadas y entre las que el público deambula.

Otros invitados son el danés Palle Nielsen (1942) de cuya escultura participativa "The Model in Paris" son protagonistas los niños, o el estadounidense Phill Niblock (1933) y la proyección de su obra central "The Movement of People Working", filmación realizada entre 1973 y 2010 mostrando el trabajo diario de los habitantes de diversos países.

Mostrar comentarios